Huermur subaya que el pastel de carne hunde sus raíces en la Edad Media

Para Cultura, el pastel de carne no es un alimento talismán ni va ligado a ninguna costumbre o rito ancestral

Huermur ha interpuesto un recurso contencioso administrativo ante la negativa unilateral del Gobierno Regional a declarar el pastel de carne patrimonio inmaterial BIC. "El pastel de carne murciano no merece menos que la sidra asturiana, la pizza napolitana o la pitanzas de Librilla".

Rosa Roda

Murcia | 03.10.2020 13:36 (Publicado 03.10.2020 12:55)

Huermur: "El pastel carne hunde sus raíces en la Edad Media"
Huermur: "El pastel carne hunde sus raíces en la Edad Media" | Huermur

La Asociación para la Conservación de la Huerta y el Patrimonio de Murcia (HUERMUR) califica de "torticero y chapuchero" el informe de la Dirección General de Bienes Culturales que rechaza la declaración del Pastel de Carne murciano como Bien de Interés Cultural de carácter inmaterial "porque obvia más de la mitad de los hechos expuestos en la solicitud". "Y lo más grave, según ese informe, es que para el gobierno regional, el pastel de carne no puede ser considerado buena comida" dice Pacheco.

La dirección general de Bienes Culturales "el pastel de carne no está considerado como un símbolo de identidad, ritual o costumbre que impregne los hábitos de la vida regional, es un producto dentro del mundo gastronómico de la ciudad de Murcia" y añade en su informe "el pastel de carne no va ligado a ninguna costumbre o rito ancestreal...no está ligado con ningún tipo de ritual social o festivo y tampoco es un alimento talismán".

El informe de Cultura llega incluso a decir que el pastel de carne murciano no puede ser considerado patrimonio gastronómico puesto que no encaja con la definición que de ello hace la RAE que es "1. Arte de preparar buena comida. 2. Afición al buen comer. 3. Conjunto de los platos y usos culinario propios de un determinado lugar". Desde Huermur lamentan que el gobierno regional considere que el pastel de carne no es buena comida.

Huermur subraya que "el pastel de carne murciano es un patrimonio vivo que hunde sus raíces en la Edad Media, y cuya técnica de elaboración sigue utilizándose desde hace siglos". Remarca que "existe incluso una ordenanza para su elaboración que fue dictada por el rey Carlos II en 1695 mediante la que se imponía pena de dos años de destierro a quien "fuera osado de gastar", en la elaboración de los pasteles, "carne de cabra, ni oveja, ni carne mortecina de ninguna cosa". A esto se añadía una sanción de tres mil maravedís.

Otro ejemplo de la importancia del Pastel de Carne, subraya Huermur, es su aparición en obras maestras de la pintura española, como por ejemplo en el cuadro de Murillo “Niños comiendo pastel” pintado entre los años 1670 y 1675, y que se conserva actualmente en el Alte Pinakothek de Munich (Alemania).

También es significativa, indican desde Huermur, la descripción que realizó el escritor y periodista José Martínez Tornel, que en 1876 fue nombrado archivero del Archivo Municipal de Murcia, cuando describió en el año 1894 el Pastel de Carne Murciano. Una descripción que continúa siendo fiel a la realidad de lo que hoy es este exquisito manjar de los murcianos.

La entidad conservacionista apunta que ya la sidra asturiana y la dieta mediterránea ostentan el reconocimiento que Huermur pretende que obtenga el pastel de carne, mientras que la UNESCO ha otorgado la condición de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad a recetas como la pizza napolitana o la comida tradicional japonesa. "Por lo que el Gobierno Regional no se puede quedar atrás, y debe reconocer y valorar la gastronomía de su propia tierra" concluye el presidente de Huermur.

Desde la entidad conservacionistarecuerdan que al gobierno regional le faltó tiempo para incoar en diciembre de 2019 procedimiento de declaración de bien catalogado por su relevancia cultural, de carácter inmaterial, a favor del festejo de Las Pitanzas de Librilla que, según el inventario de la dieta mediterránea, "son unos panecillos redondos marcado con una cruz en el centro, de unos 200 gramos, que se elaboran en la madrugada del 22 de agosto en la localidad".

Huermur lamenta el rechazo del gobierno regional la solicitud planteada en un tiempo récord y sin incoar el debido expediente BIC donde se pudiera tramitar y decidir si el Pastel de Carne es merecedor o no del reconocimiento. Señalan que en ese expediente se tenían que haber pedido los correspondientes informes consultivos a las reales academias de historia y bellas artes, al ICOMOS, o a la Universidad de Murcia, como refleja la legislación de patrimonio cultural y la cuantiosa jurisprudencia al respecto.

Huermur espera que el TSJ de Murcia ordene a la Consejería de Cultura que incoe el debido expediente administrativo para decidir en la tramitación del mismo si el pastel de carne murciano es merecedor o no de dicha protección, solicitando los informes necesarios a las entidades consultivas obviados hasta ahora.

En el caso de prosperar el recurso contencioso administrativo, se planteará al Ayuntamiento de Murcia y al alcalde Ballesta que se personen en el expediente y apoyen la solicitud para la declaración de Bien de Interés Cultural BIC inmaterial del Pastel de Carne Murciano, y demuestren con hechos su defensa de las tradiciones del municipio y nuestra tierra.