Las redes sociales nacieron, como una red entre socios o amigos para comunicarse, y para que cada cual pueda colgar en ellas fotografías, experiencias o cosas divertidas.
Pero poco a poco se han convertido en un soporte instrumental donde proliferan los extremos: radicalismo, fanatismo, totalitarismo, fake news sin ningún tipo de control ni rigor periodístico, solo con la intencionalidad y mala fe, y con la esperanza de que una mentira repetida cien veces se convierta en verdad.
En este volumen 202 de No Mires Hacia Atrás,Miguel Tébar y Tatiana Tereskova han hecho un poquito de postureo aprovechando este especial dedicado a las RRSS.
