El Derrame Rock volverá este año a su ubicación original, en el recinto exterior de Expourense, y abandona la sede de Benposta en la antigua Ciudad de los Muchachos que fundara el Padre Silva y que empezaba a consolidarse, por la singularidad del entorno, con la empatía de determinados artistas que habían mostrado su apoyo a la ubicación del evento.
Pero no es una marcha casual pues, según fuentes próximas al Concello de Ourense, fueron las presiones de antiguos benposteños, en litigio por la titularidad contra la Fundación Benposta que rige en los últimos años los destinos del que fuera buque insignia del Padre Silva, lo que hizo recular al ayuntamiento y a la propia organización. El último litigio contra la Fundación fue presentado hace apenas un mes.
Sin embargo según Luis Fernández abogado y vicepresidente de la Fundación Benposta "no nos consta que esas hayan sido esas las razones, tal vez tienen más que ver con las facilidades que daba Expourense al certamen pues instalarse en Benposta supone el compromiso para el Derrame más que de pagar un canon de contribuir con obras para tener en buen estado las instalaciones y que Benposta se mantenga en pie".
En todo caso y pese a la pugna legal que se dirime desde hace años en los tribunales, que son los que decidirán, "si pretendemos que Reperkusión vuelva este mes de julio al recinto de Benposta y también colaborarán haciendo obras de mejor", afirma el vicepresidente de la fundación.
En pasadas ediciones el Derrame Rock había hecho obras puntuales como limpieza de maleza o saneamiento del entorno de Benposta antes del festival y había comenzado la reforma de los baños.
El Derrame Rock alcanza su 19 edición en junio y fuera d Benposta pero la Fundación prevé que, salvados algunos flecos legales p endientes "todo este listo para que este festival de rock celebre por todo lo alto su 20 edición en Benposta el próximo año; no es el adiós definitivo", afirma Luis Fernández.
Este festival uno de los consolidados del panorama nacional que atrae a miles de visitantes a Ourense cada año estuvo a punto de perderse tras el cambio de batuta en Cultura pero Ana Garrido ha apostado ahora pro fuerzas por esta cita que solo precisa ubicación estable, pues cambia cada año.