Celebro la llegada de Juan Carlos Escotet a la presidencia del Deportivo. Creo que es la noticia más importante que se ha producido en en el club desde hace muchos años.
Yo calificaría la decisión del Presidente Escotet de valiente e ilusionante. Un bombazo mediático nacional e internacional que produjo en la prensa un impacto muy superior al que le dan los medios a la compra por Abanca de otra cualquiera entidad de su ramo.
Una prueba que el fútbol es el fútbol y más en un caso como éste. Un hombre triunfador en la esfera económica y que Forbes lo sitúa como la cuarta fortuna de España, pasaba a ocupar la presidencia de un histórico equipo europeo como es el Deportivo.
Decía que la entendía como una decisión muy valiente. Así es. El nuevo presidente hace que la frase lanzada tras el ascenso “ahora comienza otra historia”, se convierta en mucho más que un eslogan. Yo lo interpreto como el mensaje elegido por Escotet para esa refundación que se nos anuncia de forma reiterada. La entiendo como la versión moderna del “Barsa, Madrid, ya estamos aquí”, que hizo temblar María Pita.
No es para menos. El Presidente Escotet coge el testigo y asume el mando. Creo que ese detalle, tan significativo, no ha sido suficientemente valorado por los medios. Lo hace de cara, sin máximos dirigentes que todos sabíamos que no mandaban. A los anteriores líderes de mentirijilla del Depor les sucede un Presidente, Escotet, su único propietario.
Ya nadie podrá personalizar, tanto en los éxitos como en los fracasos, a otro responsable de los mismos que no sea el que se va a sentar en “la silla eléctrica” del palco de Riazor. Y eso es de agradecer, porque es muy difícil encontrar un personaje -con una incuestionable trayectoria de ganador- que corra el grave riesgo de ponerse al frente de un club, sin red alguna. Por ello yo, el primero, quiero destacar su indudable valentía.
También apuntaba que la presidencia de Escotet era muy ilusionante para todo el deportivismo. El que haya aceptado el cargo tiene muchas lecturas positivas. Diría que la primera, y la más trascendente, es que nos envía la señal inequívoca de que el objetivo real es el que él ya ha comunicado: volver a triunfar en España y en Europa. Y esa es la mejor promesa.
Una persona acostumbrada a triunfar en el mundo financiero no va de farol. Va a tratar de demostrar que puede hacer lo mismo en el siempre especial y difícil mundillo futbolístico. Eso implica, como ganador que es, que dará la orden a sus colaboradores de confeccionar una plantilla con un objetivo claro: el ascenso a Primera.
Y para conseguirlo, el dinero, ya lo ha demostrado, no va a ser el problema. El hábil Presidente Escotet ha sorteado el límite salarial de LaLiga, para que el control económico no supusiese un freno. Con rapidez ha entendido que el valor de un club en la división de honor nada tiene que ver con el que tiene en la de plata. A un banquero de nivel no se le escapa que el ingreso mínimo por un año de derechos televisivos en primera división equivale a lo que percibiría en diez años en segunda categoría.
Juega fuerte Escotet. Yo diría que a tope. Y eso me gusta. Ha eliminado la figura del presidente pantalla para ser él el actor principal. Su primera aparición como mandatario deportivista fue facilona, exclusiva para los medios del club. Sus próximas intervenciones serán más complicadas. Ya no va a poder utilizar los consabidos latiguillos de “la maravillosa afición”, “la apuesta por la cantera”, “reeditaremos los grandes éxitos”…
Tendrá que bajar al barro y responder a esas preguntas que hoy carecen de respuestas. ¿Cuál es el proyecto que ofrece el nuevo Presidente? ¿Qué plantilla se va a confeccionar para el ascenso.? ¿Se sumará el Depor al fondo CVC? ¿Cómo se va a resolver el conflicto con los clubs modestos? ¿De qué forma afectarán a los socios las obras para el Mundial?¿Está bien cerrado, o en falso, el Convenio con el Concello?… y a muchas otras interrogantes que se hacen los aficionados.
Mientras estas respuestas van llegando, reitero al Presidente Escotet mi felicitación por esa valentía que ha ilusionado al deportivismo y le deseo de corazón que consiga los mayores éxitos.
Solo un apunte. Ofrecerle, porque puede valerle en su nuevo cargo, una frase mía a la que le tengo mucho cariño. La he acuñado, día a día, durante los 25 años al frente del Deportivo. Después de ese cuarto de siglo no tengo duda alguna que “un club es mucho más que una sociedad anónima”. Nunca la olvide, Presidente Escotet. Mucha suerte.