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Castellón | 15.07.2016 14:31
Los peregrinos, vestidos con túnicas azules, deben recorrer esta senda tomándose unas pocas paradas para alimentarse y oír misa. Por otro lado, algunos tramos del trayecto los realizan descalzos y al finalizar la peregrinación, deben dormir en la cova dels Pelegrins para al día siguiente, poder retornar al pueblo.
Y es por eso que hoy, en Castellón Pueblo a Pueblo, hemos visitado algunas de estas paradas. La primera de ellas es Sant Miquel de Torrecelles, que esta formado por un pequeño castillo y una ermita, datados de diferentes épocas. Allí los peregrinos hacen una parada para comer y descansar, absorbiendo también, el silencio que transmite la naturaleza.
Continuando el camino de los peregrinos de les Useres, llegamos a Xodos y en concreto a la fuente dels Possos. Tras ascender y descender la “Lloma Bernat”, los peregrinos hacen otro pequeño descanso para refrescarse.
Y es ya cuando llega la noche que los 13 hombres llagan a San Juan de Peñagolosa, nuestra última parada. En este santuario, declarado Bien de Interés Cultural, se realiza la ceremonia del Perdón, en la que el guía en representación de Jesucristo, les pedirá perdón y les besará los pies rememorando aquello que los antepasados transmitieron de padres a hijos a lo largo de los siglos.