Un vecino de Sant Vicent del Raspeig ha sido condenado a dos años y medio de prisión por maltratar físicamente a su hija desde que esta tenía cuatro años y hasta que cumplió los 11. La Audiencia Provincial de Alicante le ha absuelto de otra acusación que pesaba sobre él: abusos sexuales, por falta de pruebas. La Acusación pedía cinco años de cárcel por este motivo.
Los hechos se desarrollaron entre 2011 y 2020 hasta la madre y su hija se marcharon de la vivienda donde residían con el padre. Fue la progenitora la que presentó la denuncia. La sentencia considera probado que el padre pegaba a su hija en todas las partes del cuerpo, le daba pisotones en los pies cuando estaba descalza y le destrozaba los juguetes.
Además del maltrato físico estaba el verbal ya que le propinaba insultos y amenazas como “imbécil, subnormal, tonta, no vales para nada o te voy a chafar la cabeza”. El fallo también considera probado que cuando la menor se estaba duchando el padre entraba en el baño para observarla; de nada servían sus peticiones de que se marchara.
Esta secuencia de malos tratos fue corroborada por la madre y por otros testigos, lo que ha sido suficiente prueba de cargo para la condena. Sin embargo, los presuntos abusos sexuales no pudieron ser ratificados por ningún testigo. El condenado deberá también indemnizar a su hija con 5.000 euros por los malos tratos habituales.
