El Barcelona usó sus armas y legítimamente apostó por apurar los plazos del recurso ante la justicia contencioso administrativa para lograr el efecto que perseguía.
Recurrir los tres partidos del delantero polaco, y no solo los dos encuentros por el gesto que realizó al ser expulsado.
De esa manera, el juzgado le permitiría que el jugador a expensas de que falle definitivamente el tribunal administrativo del deporte, pueda jugar pendiente de la sanción. Fue una maniobra inteligente y procedimental, es decir, jugando con los plazos con las fechas y apurando al máximo la presentación del mismo al filo del día 29, para que casi no hubiera tiempo para fallar más que para evitar un daño irreparable concediéndole la suspensión cautelar.
Fue tan rápido todo y tan al límite que el propio Xavi reconoció haberse visto sorprendido y enterarse en la mañana del entrenamiento previo al partido.
Y no solo el el propio jugador dió sensación durante el partido de estar toda la semana desconectado, al no haber ensayado con el equipo titular y dando casi por supuesto Que no iba a jugar ante el Espanyol.
Para eso están los recursos para utilizarlos a interés y conveniencia de las partes. El Barcelona sabe que tarde o temprano podría tener que cumplir la sanción de tres partidos y casi con total seguridad uno por la expulsión en Pamplona.
El club debió valorar si le convenía o no haber recurrido para que estuvieran ante el Espanyol o sigue vivo a ver apurado para que fuera atlético de Madrid, pero en cualquier caso el beneficio no fue muy alto a tenor del rendimiento del polaco.
En cuanto al español ya anunció antes del partido que impugnaría la alineación de Lewandowski .
Dicho y hecho. Y lo hizo más legitimado al no haber perdido el partido. Por tanto no debe verse como una pataleta, sino como una justificación de lo que ya había avisado anteriormente. El Espanyol tiene razón si se considera perjudicado por cuanto cuando menos uno de los tres partidos es casi seguro de obligado cumplimiento.
Pero de la misma forma que el Espanyol al que le asiste la razón en sus recursos y por supuesto tiene derecho a presentar una impugnación que difícilmente triunfará también le asiste al Barcelona la de apurar los plazos, los recursos y jugar con fechas para tratar de su mayor beneficio.
Es una lástima que una sanción del pasado mes de noviembre se arrastre todavía a estas alturas de la competición, pero ese fue el juego del Barcelona, no acudiendo a la justicia contencioso administrativa hasta el último día que podía apurar para que jugara su futbolista El derby.
Cada uno defiende sus intereses como mejor puede y cada uno interpreta las normas a su manera por eso es tan complicado el derecho y los recursos y por eso es tan complicado el Post derby. Seguro que todavía no acabado.