La comisión de derechos sociales y cultura del ayuntamiento de Barcelona ha aprobado por unanimidad una propuesta del PP para que se dedique una calle de la ciudad a Copito de Nieve, el gorila albino que vivió en el Zoo de Barcelona entre el 1966 y el 2003, y para que se busque una ubicación para una estatua de recuerdo.
Ahora la propuesta será estudiada por la ponencia del Nomenclátor, formada por miembros del ejecutivo municipal y profesionales de varios ámbitos. Este organismo tendrá que decidir la ubicación de la calle dedicada a Copito, todo un icono de la ciudad. Según el texto de los populares, el primate "ha marcado muchas generaciones de barceloneses".
Debate sobre el pasado de Copito de Nieve
El concejal Víctor Martí (PP) ha recordado que Copito de Nieve se convirtió en un símbolo de Barcelona en el mundo, fue una "referencia para los niños" y también sirvió para poner de relieve la necesidad de preservar el mundo animal y el peligro de extinción de muchas especies. En este sentido, ha lamentado que hasta ahora no se haya llegado a un acuerdo para rendirle un homenaje por su vinculación con "el colonialismo" de Guinea Ecuatorial, donde nació el primate albino.
En este sentido, tanto los comunes como Esquerra Republicana han asegurado que no se puede olvidar el pasado colonial de Barcelona y el hecho de que el gorila fuera capturado en la selva como muchos de los animales que llegaron al zoo de Barcelona en aquellos tiempos. Los comunes también han reclamado que la escultura tenga un valor artístico y no sólo turístico.
El concejal de cultura, Xavier Marcé, también ha alertado que nadie quiere ver una escultura de Copito de Nieve como "un King Kong electrónico, como el que recogía alguna propuesta que se ha hecho".