NITS DE RÀDIO, AMB DAVID CERVELLÓ

La IA, aliada para ofrecer recursos sin estigmas ni barreras psicológicas en la salud mental

Las herramientas de inteligencia artificial comienzan a ofrecer soluciones discretas para quienes evitan el diagnóstico formal

La tecnología reduce costes y amplía las posibilidades de atención psicológica en todo el mundo.

Los algoritmos avanzados son capaces de identificar patrones que predicen problemas mentales y físicos antes de que se manifiesten

David Cervelló

Catalunya |

La inteligencia artificial (IA) está transformando el panorama de la salud mental al ofrecer soluciones que democratizan el acceso a la atención psicológica. Herramientas como bots conversacionales y algoritmos avanzados permiten a las personas obtener apoyo inicial sin necesidad de recurrir a un terapeuta de inmediato, eliminando barreras económicas y sociales. "Las inteligencias artificiales han venido para quedarse y tendremos que acostumbrarnos a convivir con ellas", ha asegurado Pablo Vallejo, profesor de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC, destacando el potencial positivo de estas tecnologías, durante una entrevista en el programa Nits de Ràdio, de Onda Cero Catalunya

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Uno de los mayores avances de la IA es su capacidad para actuar como un filtro inicial en el ámbito terapéutico. Desde los orígenes con bots como ELISA, un terapeuta humanista digital, hasta los modelos actuales de lenguaje, estas herramientas ofrecen una atención preliminar que puede guiar a los usuarios. "Es un tema mucho más privado, que lo puedes hacer tú, sin que quede registro", explica Vallejo, subrayando cómo la privacidad que aporta la IA ayuda a quienes temen el estigma asociado a los problemas de salud mental.

Además, la IA está revolucionando la detección precoz de trastornos mentales y físicos. Gracias al Machine Learning y al análisis de grandes volúmenes de datos, se han identificado conexiones sorprendentes, como la relación entre problemas de erección tempranos y el riesgo de infarto a largo plazo. "Somos capaces de mejorar mucho el éxito a la hora de predecir un problema de infarto en la edad más adulta", señala Vallejo, evidenciando cómo la tecnología encuentra patrones que antes pasaban desapercibidos.

La realidad virtual (VR) y aumentada también se suman a esta revolución, ofreciendo terapias inmersivas y accesibles. Desde tratamientos para fobias hasta ejercicios de empatía, estas tecnologías recrean entornos controlados que reducen costes y sortean limitaciones éticas. "Somos capaces de cambiar el cuerpo de la persona con otra persona, a ti con tu pareja o con tu jefe, para empatizar mucho más", detalla Vallejo, ilustrando cómo la VR lleva las terapias a un nuevo nivel de personalización.

Lejos de reemplazar a los profesionales, la IA se posiciona como un aliado clave para psicólogos e investigadores. Facilitando análisis de datos complejos y acelerando diagnósticos, permite a los expertos centrarse en las decisiones humanas que la tecnología aún no puede asumir. "Siempre puede haber un sensor de un robot que deje de funcionar bien, tiene que haber alguien detrás supervisando", afirma Vallejo, defendiendo la necesidad de una colaboración entre humanos y máquinas.

El impacto de la IA trasciende la consulta y abre nuevas líneas de investigación. Al conectar a científicos de todo el mundo y simplificar tareas estadísticas, la tecnología está acelerando descubrimientos que antes parecían lejanos. "Aspectos científicos que pensamos que íbamos a tardar siglos en alcanzar, parece ser que no están tan lejos", concluye Vallejo, optimista sobre el futuro de esta alianza entre psicología e inteligencia artificial.