No deja huella y permite guardar las pruebas con garantías

Tecnología contra la violencia de género, nacida de la experiencia, en el corazón de Campo de Montiel

Vi2GEN, la nueva herramienta digital contra la violencia de género, nace de una dura experiencia personal con el objetivo de ayudar a las víctimas en todas las fases de un proceso difícil y doloroso.

Mª Ángeles Díaz Madroñero

Valdepeñas | 04.10.2021 14:33 (Publicado 04.10.2021 14:30)

Indolfo Lozano, su creador, es natural de Santa Cruz de los Cáñamos, una pequeña localidad de Campo de Montiel con solo 500 habitantes. Lozano, que se dedica profesionalmente a desarrollar tecnología para el mundo jurídico y legal, ha querido con Vi2GEN poner a disposición de quienes sufren este tipo de maltrato la experiencia vivida en el seno de su propia familia.

El inventor de Vi2GEN ha aplicado todo ese bagaje al desarrollo de una herramienta que contempla todos aquellos problemas con los que se enfrentan las mujeres en estos casos, desde realizar de forma anónima las primeras consultas, hasta dar el paso definitivo y reconocerse como víctimas.

Con este recurso no necesitan hacer una llamada, ni descargarse nada en el teléfono, no deja huella. Además, pueden subir pruebas audiovisuales o documentales que quedan guardadas mediante el mecanismo conocido como sellado de tiempo o timestamping, que permite demostrar que estos datos han existido y no han sido alterados desde un instante específico.

Hay una característica más que puede situar a Vi2GEN a la vanguardia de este tipo de recursos, el gestor de expedientes.

Como explica el propio Indolfo Lozano, Vi2GEN se está implementando, de forma pionera en Castilla-La Mancha, en la comarca de Campo de Montiel para ofrecer una posibilidad más a las posibles víctimas de violencia de género de esta zona rural, aunque ya lleva un tiempo funcionando con éxito en otros lugares.

La herramienta se está cediendo de forma gratuita a las asociaciones que ayudan a estas mujeres, porque Lozano considera que tienen su papel fundamental, al acompañar a las víctimas desde la propia experiencia. Entendiendo cómo se sienten, qué necesitan e implicándose de forma personal con ellas.