Quintanilla subraya que de las 41 mujeres que este año han perdido la vida en España por culpa de la violencia machista, tan solo 5 habían denunciado y 11 residían en el medio rural. Asegura que cuanto más pequeños es el municipio, menos denuncias hay contra el maltrato.
El servicio de asesoramiento de Afammer ha llevado a cabo unas 100 actuaciones dirigidas a mujeres víctimas de violencia de género en el medio rural. Según un estudio de esta asociación, el 45% de las mujeres que sufren esta lacra creen que el maltratador va a cambiar, el 36% piensa que la familia no les va a entender y el 29% dice que le da pena el agresor.
Quintanilla asegura que las mujeres que viven en pueblos pequeños no tienen una asistencia inmediata en el caso de sufrir violencia machista. Por eso, ha avanzado que Afammer va a extender a toda España una campaña iniciada en Madrid para que estas mujeres puedan acudir a las farmacias rurales para que les ayude.
Según ha dicho Carmen Quintanilla, el 67% de las mujeres que denuncian los malos tratos tienen una nueva vida, y señala que el empleo es fundamental para que las mujeres que sufren violencia de género sean independientes.
