Ha cumplido el plazo de 30 días para que entre en vigor el Real Decreto que se aprobó para reducir la velocidad en estas vías, lo que ha supuesto el cambio de 33 señales de tráfico que prohíben superar los 90 kilómetros por hora en cuatro carreteras nacionales de la provincia.
Son la 310, donde se han cambiado 13 señales, la 430, en la que hay 17 señales nuevas, la A-43, con una nueva señal, y la nacional 420, en la que hay 2 señales nuevas que reducen la velocidad hasta los 90 km/h.
Esta nueva señalización ha supuesto un coste de 6.300 euros, siendo Ciudad Real, junto con Toledo, las dos provincias con menor número de cambio de señales.
María Ángeles Herreros ha dicho que el objetivo de esta medida es reducir los accidentes de tráfico en las carreteras convencionales.
Según datos de la DGT, el 75% de todos los fallecidos en siniestros de tráfico se producían en vías convencionales y han sumado 887 muertos el pasado año en todo el país.
A esto se suma que el 40% de los accidentes mortales son por salida de vía y esto sucede además por exceso de velocidad.
Otra de las razones para establecer en 90 la velocidad límite en carreteras convencionales es que esta medida nos homologa con Europa.
El Teniente de la Guardia Civil de Tráfico de Ciudad Real, Ángel Medina, ha manifestado que se trata de una medida acertada que sirve para que todas las carreteras convencionales, con independencia de su titularidad, tengan el mismo límite de velocidad.
Enlo que llevamos de año, los accidentes de tráfico en la provincia han dejado ya dos fallecidos, ambos precisamente en carreteras convencionales. El año pasado, la siniestralidad en las vías de Ciudad Real registró 23 muertos, ocho menos que en 2.017.