MEDIO AMBIENTE

El Ayuntamiento inicia una experiencia piloto de reducción de siega para favorecer la biodiversidad

El Servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Gijón ha iniciado un proyecto piloto para modificar la frecuencia de siega en una treintena de parcelas verdes municipales agrupadas. En 17 zonas verdes urbanas. El objetivo es aumentar la biodiversidad e iniciar un cambio en el modelo de jardinería que se venía desarrollando hasta ahora.

Ana Fierro

Gijón | 04.07.2022 08:03

El Ayuntamiento inicia una experiencia piloto de reducción de siega para favorecer la biodiversidad
El Ayuntamiento inicia una experiencia piloto de reducción de siega para favorecer la biodiversidad | Ayuntamiento de Gijón

El proyecto que se analizará durante unos meses antes de extenderlo a otras zonas o no, apuesta por un cambio en el modelo de gestión de zonas verdes de césped hacia un modelo más naturalizado de los parques y jardines de Gijón, favoreciendo procesos naturales y de ecosistemas más equilibrados y resilientes (suelo, agua, flora, fauna, gestión ambiental…).

Este modelo ya se viene aplicando desde algunos hace años en algunas zonas en las que debido, principalmente, a su pendiente, no son utilizadas por la ciudadanía. Algunos ejemplos son los márgenes del río Pilón a su paso por el parque de Moreda, la rotonda de El Musel, zonas del Cerro de Santa Catalina, parte del parque de Pericones (junto a la Calle Francisco Carantoña) o del Parque del Cabo San Lorenzo en La Providencia.

En las últimas semanas se ha reducido la frecuencia de siega en la Carretera Avilés, en la zona de Puente Seco-Veriña; Camino Melón y zona Parque Porvenir en zona de la Avenida Campones en Tremañes; Dolores Irraburi, Parque Concha Espina, Avda. Las Maravillas y Avda. Oviedo en Nuevo Gijón; pista de pump track de Puerto Vegarada en el Polígono de Pumarín; zonas verdes de la AS-377 y Camino del Cementerio en Pericones; zonas del Parque Fluvial en Viesques; Plaza Roces, Alicia Concepción, César Maese Alonso y Pza. Braña en Nuevo Roces; Rosario Acuña; y zonas del Parque del Cabo de San Lorenzo.

Se trata de generar un nuevo concepto de zona verde urbana mejorando la sostenibilidad al aumentar la biodiversidad vegetal favoreciendo la de insectos y aves, con el objetivo de reforzar las estructuras vegetales para ofrecer un hábitat de calidad a esa flora y fauna, además de hacer más ecológica la gestión de las zonas verdes. Las acciones de naturalización consisten en pasar del césped al prado natural o herbazal.

EMULSA ha iniciado una siega selectiva, con el objetivo de poner en valor los herbazales urbanos de Gijón, con plantas autóctonas y propias del clima cantábrico, a las que se les permite evolucionar de forma natural, a la vez que se les aplica un mantenimiento menos intensivo, en una apuesta por la sostenibilidad y las buenas prácticas en jardinería urbana pública.

Las praderas y herbazales tienen funciones ecológicas al convertirse en espacios de interés para la biodiversidad donde se desarrollan invertebrados que, por un lado permiten alimentar diferentes especies de pájaros, y por otro actúan también como reservorio de fauna útil que participa en el control biológico de plagas y enfermedades que afectan a los espacios verdes de la ciudad, lo que forma parte de una gestión integrada de la jardinera que prioriza los tratamientos naturales. Además, a través de la floración, se ofrece también alimento a los insectos polinizadores, tan importantes para los ecosistemas.