Entre los meses de julio y agosto, el Parque Natural de Sierra de Guara está acogiendo a miles de turistas, lo que provoca aglomeraciones en los puntos más concurridos y en las localidades que conviven en el espacio natural. Una de ellas es Bierge. Su alcalde, César Sánchez, ha explicado que a lo largo del verano, la localidad ha notado un gran aumento de las visitas turísticas, en su mayoría nacionales.
Está siendo un verano caluroso, la gente tiene ganas de naturaleza, y la Sierra de Guara ofrece muchos tipos de actividades, desde deporte de aventura hasta gastronomía. Laura Ventura, presidenta de la Asociación de empresarios de Guara y gerente de la compañía Guías de Bierge, aseguraba que el verano se está alargando más que otros años, y todavía quedan visitantes que hacen sus reservas de última hora, provocando mayores aglomeraciones en el Parque Natural.
La concentración de visitantes de última hora en estos días está afectando a actividades de aventura, como por ejemplo el barranquismo, y están provocando cierto descontrol para empresas turísticas, guías, y en los propios barrancos, viéndose puntos de aglomeración en parkings y al comienzo de las travesías. Otros sectores que han notado el aumento del turismo han sido los campings, hostelería y restauración, que, como explica Laura Ventura, “se han visto desbordados” por ser un “verano intenso”, y han tenido que adaptarse también a esas reservas de última hora de los turistas nacionales.
El Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara es el espacio natural protegido de mayor extensión en Aragón, y por ello, es responsabilidad de todos cuidar de él. La gran afluencia de visitantes afecta de manera directa a la conservación del parque, aunque según afirma Laura Ventura, la labor de los habitantes de las localidades circundantes y los turistas concienciados hace que se pueda disfrutar de una montaña limpia y segura.
A poco de terminar el verano, espacios como la Sierra de Guara están siendo uno de los más elegidos para disfrutar de estos últimos días de vacaciones y, por su singularidad, ayuntamientos y empresarios de la zona aseguran que las visitas no cesarán en años venideros.