La bandera verde, como símbolo del premio internacional “Green Flag Award”, se ha izado este miércoles en el Parque Universidad. Es el quinto año consecutivo que el parque obtiene este galardón desde que se le concedió por primera vez en 2019. Se trata de un galardón que reconoce anualmente la buena gestión de parques, jardines y otros espacios verdes, propiedad del Ministerio de Gobierno Local británico y cuya evaluación realizan jueces internacionales vinculados profesionalmente a la gestión de espacios verdes públicos, el urbanismo y el paisajismo. Este premio constituye el sistema de acreditación de calidad en la gestión de parques y jardines públicos más popular del mundo.
Durante el acto del izado de la bandera, el concejal de Medio Ambiente, José Miguel Veintemilla, ha querido “felicitar a todos los empleados municipales porque este premio es fruto de su trabajo diario y de la preocupación y buena profesionalidad que tienen”.
Los alumnos de quinto y sexto de Primaria del Colegio San Vicente han participado de la celebración de la “Green Flag” y, posteriormente al izado, junto a miembros de la corporación municipal, han realizado la plantación de un fresno, el tipo de árbol que tumbó la tormenta de viento de este verano.
La alcaldesa de Huesca, Lorena Orduna, ha incidido en la “importancia de preservar la naturaleza y concienciar de los usos responsables tanto de energía, como del agua o de actos como plantar árboles y adaptar las edificaciones para que, en verano, cuando llegue el calor extremo, bajen los grados”. Sólo cuatro espacios verdes en España cuentan con este galardón. Junto con el parque Universidad de Huesca también han sido reconocidos, el parque del Campus de la Universidad de Navarra y los parques de Quevedo y de la Granja en León. Los criterios para obtener la “Green Flag” se dividen en ocho áreas, entre las que destacan la sensación de cuidado orientado a la utilización y disfrute de los usuarios, el estado de limpieza y mantenimiento de las estructuras que forman parte del espacio verde, la buena gestión ambiental con respeto a la flora y la fauna, la participación ciudadana y un plan de gestión activo y con voluntad de mejora permanente.
