Los transportistas, el temporal y la Semana Santa se lo han puesto al Ayuntamiento de Marbella, al equipo de Gobierno, como a Felipe II.
Estaban tardando en aparecer los espigones en las manifestaciones del Ejecutivo. Lo hicieron ayer con la actualización de los datos sobre los destrozos de la meteorología. Si estuvieran construidos, dijeron los gobernantes, esto no pasaría. Porque, añadieron, en Estepona, donde hay una estructura desde hace años como las planificadas para las playas del centro urbano marbellí, apenas se ha dejado sentir el oleaje y el vendaval.
Y claro, es que además, para arreglar los desperfectos, se necesita maquinaria, que depende a su vez de la huelga de transportistas, a la que urge darle una solución porque está la Semana Santa a 10 días.