Marbella despidió a uno sus vecinos más ilustres en el Hospital Real de la Misericordia. Ciudadanos, prensa y personajes del ámbito político y deportivo mostraron sus condolencias a la familia del malogrado embajador internacional de la ciudad, nombrado Hijo Adoptivo, Manolo Santana. Los cientos de vecinos que se pasaron por la capilla ardiente instalada por el Ayuntamiento fueron una buena muestra del respeto y el cariño que la figura de Manolo Santana proyectó en la ciudad. Las coronas de flores de Rafa Nadal, Sergio Scariolo, Puente Romano y decenas de colectivos llenaban el patio del recinto. Durante toda la mañana la viuda del tenista, Claudia, estuvo acompañada de la alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz y el concejal de Deportes. Manuel Cardeña. Hasta allí desplazaron para transmitir su pésame, el ministro de Deportes, Miquel Iceta; el director de relaciones institucionales del Real Madrid, Emilio Butragueño y deportistas como Conchita Martínez, Feliciano López y Garbiñe Muguruza.
Marbella despide a Manolo Santana como se merecía
Marbella está de luto. Para siempre. Porque el negro institucional acabará hoy, pero quedará en la vida de la ciudad para los restos. Porque entre otras cosas, sin él no sería ahora lo que es. Le debe mucho. Le deben mucho los vecinos. Le debemos mucho todos los que vivimos aquí. Manolo Santana llevó etiquetado el nombre de Marbella allá por donde fue. Ha sido el mejor embajador internacional que hubiera podido tener. Vino para un ratito y se quedó. Lo hizo en aquellos años en los que catapultaron a la ciudad hasta el distinguido lugar que ocupa desde entonces. Todo un campeón de cuatro Grand Slam presumiendo de vivir aquí. ¡Eso sí que es lujo!
