El Sevilla encarrila la clasificación tras una lección de entrega en el Olímpico de Roma
El Sevilla triunfó por 1-0 este jueves contra el Lazio en el estadio Olímpico de Roma, en la ida de los dieciseisavos de final de la Liga Europa, con una lección de entrega y carácter, lo que le permitirá jugar la vuelta de la próxima semana en el Sánchez Pizjuán con la clasificación encarrilada.
ondacero.es
Madrid | 13.02.2019 17:50
Un gol del francés Wissam Ben Yedder, unido a una gran prestación de compromiso defensivo, lanzó a un Sevilla, pentacampeón de la Liga Europa, que volvió a la senda del triunfo después de tres partidos sin conocer la victoria, contra el Celta Vigo (0-1), Eibar (2-3) y Barcelona (1-6). Los hombres del técnico español Pablo Machín hasta tuvieron oportunidades para ampliar su renta de ventaja de cara a la vuelta y, pese a no poder aprovecharlas, se fueron del Olímpico ovacionado por sus hinchas y con el pleno de entusiasmo por una prestación hecha de madurez y sacrificio.
Tras la tensión del miércoles, cuando cinco aficionados sevillistas fueron hospitalizados, afortunadamente en condiciones de poca gravedad, a causa de una pelea con la hinchada del Lazio en el centro de la capital, el fútbol volvió a ser protagonista en la noche del Olímpico.
El cuadro de Machín dejó a un lado las dificultades del último período y saltó al campo decidido a defender su fama de pentacampeón ante un Lazio que, por su parte, encaraba el cruce sin poder contar con el serbio Sergej Milinkovic-Savic ni Ciro Immobile, ambos de baja por lesión. Ante un Lazio superior a nivel físico, el Sevilla apostó por la calidad técnica. Pablo Sarabia y Franco Vázquez actuaron al lado del argentino Ever Banega y pusieron en gran dificultad a la zaga rival, que debía además estar pendiente de un portugués André Silva y de un Ben Yedder que se movieron mucho en la delantera.
Y la presión sevillista tuvo premio en el 22, cuando tras una rápida transición ofensiva, Sarabia metió un perfecto centro raso al suelo para que Ben Yedder empujará el balón entre las mallas y desatara la euforia de su hinchada, cuyos cánticos hasta resonaron más que los de los locales durante algunos tramos del duelo. Reaccionó con orgullo el Lazio nada más encajar la diana y llegó a saborear el posible empate cinco minutos después, cuando el serbio Adam Marusic llegó a rematar, solo, ante el meta checo Tomas Vaclik. El balón, ralentizado por un toque del cancerbero, iba rodando en la portería, pero allí apareció el danés Simon Kjaer para despejarlo y mantener la ventaja de su equipo.
Fue la mejor oportunidad de una primera mitad deslucida para el Lazio, acabada además con la recaída muscular de Luis Alberto, exsevillista, quien lo dio todo para poder medirse con su exequipo y quien tuvo que retirarse en el 42 para dar paso al danés Riza Durmisi. Y es que al cuadro capitalino se le acabaron las sustituciones disponibles en el 57, ya que Marco Parolo, que también jugó tocado, y el defensa angoleño Bartolomeu Jacinto Quissanga Bastos, abandonaron el campo con problemas físicos.
Empujó con orgullo el Lazio, pero la defensa sevillista, con una línea casi siempre de cinco, aguantó bien, a la espera de que se diera la ocasión para asomarse al área rival. Una oportunidad que fue doble, entre el 66 y el 67, con un disparo de Sarabia repelido de tacón bajo palos por Francesco Acerbi y un cabezazo de André Silva que acabó alto.
El equipo de Machín cogió aún más confianza y dio otro aviso a un cuarto de hora del final una espectacular acción coral que por poco no culmina con un golazo de André Silva, anticipado en el último momento por Acerbi. Y es que, tras contener otro empuje lacial y asustarse ante un disparo del brasileño Lucas Leiva desde fuera del área, el Sevilla tuvo la oportunidad para ampliar la renta de ventaja de cara a la vuelta del Sánchez Pizjuán, de no perdonar Franco Vázquez una inmejorable ocasión ante el meta albanés Thomas Strakosha en el añadido.
Sin embargo, el 1-0 final le da una gran ventaja a los sevillistas y les lanza como favoritos para progresar en su camino europeo. Fue otro día decepcionante para un Lazio que volvió a mostrar su notable dificultad en los encuentros contra equipos de nivel comparable o superior.
Este curso, el equipo de Simone Inzaghi ya había perdido dos veces contra el Juventus (2-0 y 2-1), dos veces contra el Nápoles (2-1 y 2-1), una vez contra el Inter de Milán (3-0), una vez contra el Atalanta (1-0), una vez contra el Roma (3-1), además de empatar 1-1 contra el Milan. Su mejor resultado contra un "grande" fue la victoria en la tanda de penaltis contra el Inter de Milán en la Copa Italia.