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Madrid | 15.06.2016 22:59
Un gol de Antoine Griezmann, de cabeza y a la desesperada en
el 90, y otro de Dmitry Payet, seis minutos después, le evitaron el ridículo a
una selección francesa caótica, que pasó a octavos pero no encontró hasta
entonces la forma de desarmar a la meritoria selección albanesa.
Griezmann, señalado por su propio entrenador como uno de los
culpables de los apuros pasados en la jornada inicial, compartió banquillo de
inicio con Pogba, para convertirse finalmente, de nuevo en héroe, gracias a un
centro de Rami desde la banda que cabeceó en el centro del área libre de marca.
Hasta ese minuto de fortuna, el modesto equipo que dirige el
italiano Gianni di Biasi, el 42 del mundo, le sacó los colores a la principal
favorita al título. Demostró que los dos resultados previos (un empate en 2014
y una victoria el año pasado) no fueron fruto de la casualidad y metió en el
diván a una selección que ha llegado a la Eurocopa sin un plan definido.
Sacrificó esta vez Deschamps a Pogba y Griezmann, caídos en
desgracia tras el partido ante Rumanía, y también cambió el dibujo. Trató de
abrir el campo con Kingsley Coman y Antonhy Martial en las bandas y puso como
enganche Dmitry Payet, el nuevo ídolo francés.
Pero sin dinámica de juego, ni creación en el centro del
campo, Francia fue un equipo demasiado previsible para poner en aprietos al
voluntarioso conjunto albanés.
Payet bajó en demasiadas ocasiones al centro del campo y no
logró filtrar más que un pase que desaprovechó dentro del área Martial,
demasiado lento. Como el jugador del Manchester estuvo atropellado y Coman
inconsistente, todo el plan ofensivo francés consistió en buscar a Olivier
Giroud por alto.
Al final del primer tiempo, dos cabezazos altos Giroud por
todo botín, Deschamps tuvo la sensación de que le había fallado el plan. Sobre
todo, porque Albania no sólo se fue sacudiendo el dominio, sino que jugó los
últimos minutos en campo francés y sólo le falló el acierto final, ante una defensa
francesa echa un flan.
Dio entrada a Pogba en lugar de Martial, tras el descanso,
devolvió a Payet a la banda y Francia, aunque de forma atropellada comenzó a
crear peligro; un testarazo de cabeza de Coman nada más comenzar el segundo
tiempo, otro remate alto de Pogba tras un gran pase con el exterior de Payet...
Y, previamente, un gran susto, porque su defensa sigue teniendo lagunas y, casi
de rebote, a punto estuvo de encontrarse con el gol si no hubiese estrellado el
balón al poste Ledian Memushaj (m.51).
Pasada la hora sin resultados, Deschamps ya había regresado
a su idea original del comienzo del torneo; entró Griezmann y salió Coman.
Y, mientras desde la grada reclamaban a un exOlympique,
André-Pierre Guignac, un nuevo cabezazo de Giroud se estrellaba en la base del
poste (m.69).
Al final, a la desesperada, Deschamps complació a la grada.
Guignac, que ha vuelto a la selección desde la Liga mexicana, fue recibido como
un héroe, con 13 minutos por delante para arreglar lo que iba camino del
desastre.
Pero ni así cambió el panorama. Aunque a empellones, la
selección francesa metió a Albania en su área y en el último instante encontró
la solución, primero por medio de Griezmann y, en la última jugada con Payet.
Goles que evitan el desastre y dan el pase a octavos, pero que no maquillan la
falta de juego del anfitrión.