Maledon alcanzó esa cifra con un triple a falta de 43 segundos para el final del primer cuarto que sirvió para poner el 22-21 en el marcador e ingresó así en los libros de historia de la Euroliga que abrió, el 16 de octubre de 2000, el croata Dino Radja, por entonces en las filas del Olympiacos griego, con una canasta precisamente contra el conjunto blanco en la capital de España.
El Real Madrid logró una trabajada victoria en la Euroliga ante el París Basketball (95-90) tras un choque en el que se vio obligado a ofrecer su mejor cara ofensiva, liderado en el apartado anotador por Theo Maledon, Walter Tavares y Trey Lyles, autores de 51 puntos entre los tres. Después de tirar por tierra en Milán una racha de ocho triunfos consecutivos, ponía el conjunto blanco de nuevo la cuenta a cero ante un rival que el año pasado le dio un susto en la misma competición, ganando a domicilio en el primer partido del play-in con una plantilla que distaba mucho de la actual.
Pese a ello, y obviando también su mala posición en la tabla clasificatoria, sigue siendo el plantel parisino un equipo de ritmo alto y muchos tiros, el que más intenta y el que más puntos anota. Un auténtico dolor de cabeza que obliga a estar fino en el aro opuesto y a no desconcentrarse para evitar un chaparrón repentino en contra. Esa experiencia la vivió el equipo de Sergio Scariolo en el primer cuarto, cuando encajó un parcial de 2-12 a base de ataques de tres puntos; tres triples y un 2+1. Por suerte a esas alturas había llenado la hucha lo suficiente, con un 14-9 de salida, como para no sufrir en exceso las consecuencias (16-21, m.7).
La reacción, además, fue notable. Y tuvo un poco de historia. Tras un triple de Gabriel Deck comenzó un pequeño cameo de Maledon, que anotó cinco puntos seguidos sin réplica. Y el lanzamiento exterior con el que logró los tres primeros de ellos es ya patrimonio inmaterial de la competición, pues sirvió para sumar el punto un millón en la misma. Otro hito más presenciado en la capital de España, que asistió, por ejemplo, al estreno del contador el 16 de octubre de 2000 con una canasta del croata Dino Radja, por entonces en las filas del Olympiacos griego; al partido con más puntos hasta el momento, ante el Anadolu Efes el 5 de enero del año 2024 (130-126, tras cuatro prórrogas); y al duelo con mayor anotación global en el tiempo reglamentario, ante el Maccabi el 14 de enero del 2025 (116-113).
Fue lo más destacado en una primera parte de intercambio constante de golpes, con un anfitrión que no lograba quitarse de encima a un contrario pegajoso, que siempre tenía una canasta en el zurrón cuando se le podían complicar las cosas y que en su mejor momento llegó a disponer de siete puntos de renta favorable, incendio momentáneo al filo del descanso que apagaron Chuma Okeke con un triple y Theo Maledon con un 2+1. La segunda parte arrancó con Lamar Stevens encendido, dejando dos aciertos perimetrales en apenas 41 segundos. La demostración de que el París iba a continuar jugando a lo suyo, hasta donde le dieran las fuerzas o la capacidad. Así; Tavares, Mario Hezonja y Facundo Campazzo tuvieron que salir al quite en otro amago de despegue del bando francés, que a pesar de ello logró estar todo el tercer acto por delante y llegar a la media hora ganando por cuatro (70-74, m.30).
Los diez minutos decisivo empezaron calientes, con cuatro triples en menos de un minuto y medio repartidos a partes iguales entre los dos conjuntos, siendo el canadiense Trey Lyles autor de los dos de los de blanco. En mitad de ese fuego cruzado entre francotiradores, apareció Usman Garuba con la contundencia de un tanque. El '16' madridista se fundió de acero para 'pegarse' en la pintura contra todos los contrarios que le salían al paso, dejando seis puntos que levantaron a la grada y permitieron encarar a los suyos el desenlace con cierta holgura (86-81, m.35). Quedaba aún así faena, porque el París Basketball no soltó el brazo, entrando en el último minuto a solo dos puntos. Solucionó el agobio Theo Maledon con una bandeja exquisita tras un triple fallado por Nadir Hifi, quien pagó su frustración por ello pegándole patadas a las sillas del banquillo en el siguiente tiempo muerto, poco antes de que el Real Madrid terminase de cerrar la contienda a su favor con un tiro libre de Gabriel Deck.
El Valencia cae en Israel ante Maccabi
El Maccabi Tel Aviv le hizo un lío este jueves al Valencia Basket que, incapaz de superar su defensa de cambios y con menos puntería desde lejos de lo habitual, vio cómo se cortaba su racha de cinco victorias seguidas en la Euroliga pero no dejó de intentarlo hasta el último segundo y tuvo tres triples para forzar la prórroga en su último ataque. El choque fue el primero de un equipo español en Israel desde que los atentados terroristas de Hamas en 2023 recrudecieron la guerra entre este país y la milicia y dieron paso a ataques generalizados en Palestina. Esta vuelta estuvo marcada por las fuertes medidas de seguridad que tuvo el Valencia, que variaron sus rutinas habituales en sus partidos como visitante.
El choque arrancó con una notable presión ambiental pero el Valencia mostró ideas claras y personalidad. Bien dirigido por Sergio De Larrea, encontró la calidad de Kameron Taylor y el esfuerzo de Nate Reuvers para bajar los decibelios del Pais Arena de Jerusalén, escenario del partido al estar ocupado el Menora Mivtachim Arena de Tel Aviv. La defensa de cambios locales molestó al Valencia, que también se ajustó atrás y se agarró al ímpetu de Brancou Badio y a varias canastas en transición para alimentar su marcador (9-17, m.6).
Un par de triples del Maccabi insuflaron ánimos en el equipo israelí, que logró empatar el choque y, sobre todo, igualar las sensaciones porque consiguió detener la anotación de los de Pedro Martínez. Su insistencia, impulsado por al danés Iffe Lundberg, acabó por bloquear a un Valencia sin puntería desde lejos (33-28, m.15). El equipo 'taronja' se entregó en defensa para poder volver a correr pero ni esa buena lectura ni la aparición del dominicano Jean Montero impidió que llegara al descanso por detrás en el marcador y en juego, en buena parte porque seguía bastante negado desde en los tiros lejanos (47-41, m.20).
El paso por los vestuarios no alteró el guión y la defensa de cambios de los locales y el 23% de acierto de tres mantuvo al Valencia a rebufo y la solidez de Lundberg en la dirección permitió al Maccabi llevar su renta a la barrera de los diez puntos. En lo peores momentos, la valentía de Brancou Badio sostuvo a los visitantes pero no le dio para más. El Valencia trató de subir la presión en el último cuarto pero cada vez que se acercaba, una acción (un robo, un 2+1, una pérdida...) daba aire a los locales. No dejaron de intentarlo los visitantes y su insistencia, especialmente la de Braxton Key, le dio una última oportunidad (85-80, m.38).
Tras hacerse con la posesión, un tapón de Leaf sobre Montero pareció acabar con las opciones valencianas pero tampoco entonces se rindieron y tras otra buena defensa Costello dejó la desventaja a falta de 27 segundos. La robó Key y tuvo el Valencia tres triples en la última posesión pero su falta de puntería (acabó con un 25,6% de acierto desde el 6,75) le impidió forzar la prórroga en el día que podía haberse encaramado al co-liderato de la Euroliga y haber establecido su nueva mejor marca de victorias seguidas en la competición.

