El Estudiantes desciende de categoría por primera vez en su historia.

Dicen que ha muerto Garibaldi

Permite que me presente. Mi nombre es Garibaldi. Resido en la calle Serrano 127 de Madrid, en el colegio Ramiro de Maeztu.  Paso mi jubilación en el aula de Ciencias Naturales, me dicen que ahora se denomina Conocimiento del Medio. Cómo ha cambiado todo. Ayer me pasee por el polideportivo Antonio Magariños. El “magata” sigue en obras y es difícil entrenar con tanto polvo. Tan es así que hace tiempo que el primer equipo no pisa su parquet.  Ya no soy lo que era, ya no muevo mis esqueléticos brazos y piernas para despistar a los rivales cuando lanzan  un tiro libre. Han pasado tantos años que los recuerdos se entremezclan en mi memoria.

ondacero.es

Madrid | 09.05.2012 12:00

El Estudiantes pierde la categoría
El Estudiantes pierde la categoría | Agencia EFE

Antonio Díaz Miguel, Aíto García Reneses, Fernando Martín, Nacho Azofra y Slab Jones en el mismo quinteto. Cosas de la edad. La imaginación, la mía al menos, vuela libre y he conseguido un banquillo extenso: Vicente Gil, Jesús Codina, Sagi-Vela, Juan Martínez Arroyo, Pablo y Gonzalo Martínez, Antonio Martín (le haré debutar con el primer equipo antes que se marche al Real Madrid), Carlos Jiménez (me ha dicho que se retira pero que quiere jugar este último partido), Alberto Herrerros, Felipe Reyes, John Pinone, Russell, Winslow, Pedro Rodríguez, Alfonso Reyes, Pancho Jasen, Antúnez y Orenga. Dirigidos por Ignacio Pinedo, con “Satur” y su hijo Oscar cuidando de todos, en el palco Antonio Magariños, Juan Francisco Moneo y Alejandro González Varona compartiendo presidencia y junto a ellos la persona más querida en las oficinas del Club Estudiantes: Rosalía. La edad no perdona. He envejecido tanto que sólo me quedan los recuerdos para reconocer aquello que un día nos hizo ser diferentes.

Nacho Azofra ha venido a verme hoy. Tiene lágrimas en los ojos. Siempre que me ve sonríe, pero hoy le noto distinto. Su cara muestra que algo grave ha pasado.

-Perdónanos Garibaldi. Te hemos fallado.

-¿Qué he de perdonar?, me pregunto.

Nacho Azofra ha vivido el Estudiantes como si fuera él mismo.  Desde pequeño en el patio del colegio, con un balón de baloncesto siempre entre sus manos, disfrutando de la vida y haciendo disfrutar a todo aquel que se acercara a él.

-No creerás lo que te voy a contar, saco de huesos. Hemos descendido.

-¿Descendido? ¡Eso es imposible!

Somos modestos, apenas tenemos recursos económicos pero siempre hemos tenido chicos en la cantera que han sabido jugar al baloncesto y que nos han dado más de una alegría. Pasado un tiempo marchaban a otro club, otros chicos de la cantera subían al primer equipo y nuestro círculo vital seguía su curso. No ganamos muchos títulos pero siempre hemos dado de qué hablar.

-¿Te acuerdas de Andrés Miso?

-¡Cómo no acordarme¡ Escolta, se le cayó pronto el pelo, y le cortamos su proyección al renovar a Nicola Loncar cuando fuimos subcampeones de Liga. Buen chico, fue internacional en las categorías inferiores de la selección española, si no recuerdo mal. ¿Qué ha pasado con él? ¿Vuelve?

-No Garibaldi. Fue él quien nos ganó el último partido de Liga.

El silencio se adueña de la clase. Nacho me lleva al laboratorio de Ciencias. Mis débiles huesos apenas pueden mantenerse unidos. Me tambaleo haciendo un extraño ruido, similar al de las manecillas de aquel viejo reloj de cuco. Nacho mira en rededor, con la mirada perdida como queriendo recordar tiempos mejores. Años en los que chavales como él aspiraban al sueño de jugar en el primer equipo del Estudiantes. Me mira. Vuelve a llorar, a pedirme perdón y me pregunta:

-¿Qué podemos hacer?

-Estoy mayor Nacho, llevo muchos años metido entre éstas cuatro paredes viendo el tiempo pasar. Apenas ya me utilizan para explicar el cuerpo humano a los jóvenes estudiantes que se pasean por el Ramiro. Hace años que no veo un partido del Estudiantes. Desde la final ante el Barcelona no he querido hacerlo porque hay pocas cosas que me identifiquen con él. Un antiguo alumno del Ramiro me ha dicho que el quinteto del “Estu” era: Deane, Bullock, Kirksay, Simmons y Clark. ¿Quiénes son esos chicos Nacho? ¿Vienen por el Ramiro?

-Sólo Clark, es inglés. Buen jugador, se ha criado con nosotros desde hace años.

-¿Y el resto?

-No te sabría decir… No te lo sabría decir.

-¿Y Pepu? ¿Qué dice de todo esto?

-Hace tiempo que ya no está. Le tuvimos que echar, ya no era el mismo que conociste.

Cómo ha cambiado todo. Hace años, cuando el Estu cumplió 50, realizaron un documental sobre sus andanzas y lo llamaron “Dicen que ha muerto Garibaldi”. No me pareció mal la idea entonces. Tras la visita de Nacho, no sé cuánto tiempo me queda de vida. Permite que me presente: me llamo Garibaldi, soy el esqueleto del laboratorio de Ciencias del Ramiro de Maeztu. No reconozco al Estudiantes. Ahora entiendo porqué hemos descendido.