España dispone de un marco legal y estratégico “muy sólido” para afrontar emergencias y catástrofes, con normativas y herramientas de aviso que permiten anticiparse a crisis como la actual ola de incendios. Así lo ha subrayado Isabel Bazaga, directora del Máster Universitario en Gestión de Seguridad, Crisis y Emergencia de la Universidad Rey Juan Carlos, quien señala que “en teoría España está mejor preparada” que otros países por la previsión que aportan sus planes y normativas.
Sin embargo, la especialista alerta de que el problema surge en la fase de ejecución: “La dificultad está en la coordinación y en la movilización de recursos”. Los incendios registrados en agosto, más de 40 en todo el país, se produjeron en un mismo periodo de tiempo y en zonas muy específicas, lo que hizo imposible una respuesta de gran despliegue operativo para apagarlos.
Bazaga también advierte del riesgo que generan la desinformación y las llamadas “leyendas urbanas” en momentos críticos. Reclama mayor transparencia institucional para que la ciudadanía sepa cómo actuar: “Conviene que estemos bien informados para saber cómo comportarnos, ser transparente es bueno para todos, y aquí tenemos una dificultad”.
La experta considera prioritario abrir “una evaluación seria”, un debate público y político sobre lo que ha ocurrido, con el fin de mejorar la respuesta ante emergencias cada vez más frecuentes y complejas. “Los incendios están ya en la agenda de la seguridad nacional y europea”, remarca. Y sugiere que establecer criterios claros de actuación permitirá minimizar el desencanto social y aprovechar la oportunidad que representa el desarrollo del bienestar, también en el ámbito de la protección civil.
