No me ajustaría a la verdad si afirmo que esta semana se ha despedido del público Carmen Sotillo 'Menchu', aunque esa pudiera ser la sensación. Realmente, quien se ha despedido del personaje ha sido la actriz Lola Herrera. Lo ha hecho en el Teatro Calderón (Valladolid).
Después de 43 años con 'Cinco horas con Mario' en cinco etapas diferentes, ha sido finalmente el personaje teatral el que se ha identificado con la actriz de una manera única en la escena española.
Menchu va a seguir siendo Menchu en la obra escrita por Miguel Delibes, pero en su versión teatral ya no es Carmen Sotillo, es simplemente Lola Herrera. Un sorprendente proceso que sorprendió al propio autor, quien no confiaba en la adaptación teatral de su creación. Pero insisto, 43 años.
Ahora, sobre todo en estas semanas y esos meses -que ha aparecido ese concepto de las relaciones líquidas, que podemos sumar a lo efímero, desechable e inmediato-, Menchu y Lola Herrera -aunque queda claro que son la misma persona- representan un hecho único en el teatro español y un ejemplo claro de solidez, perdurabilidad y fundamentalmente, un ejemplo de lo fiable. Y de todo eso estamos faltos.