Esta mañana el 'Llegamos tarde' tiene denominación de origen, como su jamón. Hoy el 'Llegamos tarde' es extremeño. Se nos llena la boca con la operación salida, con los millones de pasajeros, atascos en las principales ciudades, pero hay un caso único de comunidad a tercera, cuarta o quinta velocidad.
Hablar de desplazamientos a los extremeños en estos días es casi insultarlos. Llevan décadas soportando la más pésima comunicación ferroviaria, averías, viejos vagones, retrasos y ahora que se produce supuestamente el salto al siglo XXI, las prisas por inaugurar el tren Alvia, un tren de alta velocidad a 89 km/h -como el Orient Express- ha hecho que acumulen cuatro días de retrasos de más de 50 minutos y fallos que han obligado a que la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, pidiera el jueves disculpas. O que el presidente de Renfe se tuviera el jueves que desplazar a la región para dar explicaciones destituyendo al responsable técnico de la línea.
Cómo será la situación, que el presidente socialista de la comunidad, Guillermo Fernández Vara, ha declarado "ya no aguantamos ninguna más, se acabó". Esta mañana, el 'Llegamos tarde' es una nota local, regional, a golpe de locomotora, pero que funcione.
