¿Qué hacemos nada más levantarnos? Mirar el teléfono móvil. Si se cae Whatsapp, acudimos a Twitter a ver qué ha pasado. Si queremos estar informados, vamos a Internet para leer las noticias. O ahora, con el teletrabajo, ¿qué haríamos si no tuviésemos las famosas videollamadas? Internet y la conectividad se han convertido en una parte fundamental de nuestras vidas.
DOMO, una firma de software que anualmente publica un informe sobre la cantidad de datos recopilados en cada minuto, dice que cada persona en la Tierra genera 1,7 megabytes de datos por segundo.
Pero la cuestión es: ¿de dónde sale todo el tráfico de Internet? ¿cómo se mueven y circulan estos datos? El 98% de todo el tráfico de Internet viaja a través de cables submarinos que cruzan los océanos de todo el mundo.
José Clemente Díaz es director insular de Innovación en el Cabildo de Tenerife. Nos cuenta en 'Por fin no es lunes' con más detalles cómo son estas tuberías submarinas de conexión: "Estas tuberías están formadas por unos cables del ancho de una manguera de jardín. En su interior va la fibra óptica y va recubierto por una serie de protección, como vaselina, tubos de cobre, capas de aluminio".
"Van por los fondos marinos y son la base de nuestras comunicaciones. Si el año pasado, durante la pandemia de coronavirus, nos hubiéramos quedado sin estos cables submarinos, se hubiese cortado la comunicación", afirma Clemente. Esto es algo que hubiese afectado al teletrabajo y al aislamiento. "Son totalmente claves para el mundo en el que vivimos", asegura.
De hecho, hace dos años uno de los cables submarinos, que tenía un recorrido de 17.000 kilómetros y conectaba 22 países, se cortó y provocó la desconexión en numerosas zonas de África. Nos lo explica: "Estos países africanos no tienen muy buena relación con sus vecinos y el despliegue de fibra terrestre no es el que debería. En el caso de Mauritania, al no tener fibra ni con Senegal ni con Marruecos, dependía únicamente de su conexión a Internet a través de un cable submarino, que se cortó".
España, un enclave estratégico para los cables submarinos
España se está convirtiendo en un enclave estratégico para los cables submarinos. "Esto se debe principalmente por una razón geográfica. La posición que España ocupa en el mundo hace que la conectividad con la costa oeste africana y con Sudamérica sea totalmente privilegiada. Además, las capacidades de desarrollo de la costa oeste africana, desde un punto de vista económico, hace que sea crucial el tener una buena comunicación".
Estos cables son tan importantes que los países se preocupan por cuidarlos. "España tiene un Plan Estratégico de Infraestructuras Críticas que incluye los cables submarinos. Son cruciales para nuestra vida en el siglo XXI", señala Clemente.