Manifestarse, alzar la voz, protestar democráticamente contra la amnistía a una élite política supremacista que ve colmados sus intereses gracias a la conveniencia política del PSOE es del todo legítimo.
Porque hay gente a quien le importa la Constitución y la democracia. Los cerebros rapados que ayer reventaron la concentración pacífica en las calles de Madrid, no sólo le hicieron un enorme favor a Sánchez sino que no representan a los miles de españoles indignados que no se identifican ni con su violencia ni con sus soflamas. Que esa minoría le haya dado una baza a los que dicen combatir no resta un ápice de moralidad a los están en contra de borrar los delitos del independentismo.
Por más que el gobierno y sus socios utilicen el postureo indignado.Y decimos "postureo" porque es el gobierno socialista el que va a indultar, perdonar, rehabilitar a los CDR que hicieron exactamente lo mismo pero en Barcelona. Es al PSOE de Sánchez al que incendiar las calles no le parece delito alguno.