Viva el vino

Raúl del Pozo: "Con siete votos Puigdemont sigue deshaciendo el país"

Raúl del Pozo reflexiona en 'Más de uno' sobre el acuerdo del PSOE con Junts para la cesión de la inmigración a Cataluña.

Raúl del Pozo

Madrid |

Emiliano García Page, la voz de la conciencia del Partido Socialista, ha arremetido contra el acuerdo entre su partido y los separatistas en el que se cede soberanía y se elige el idioma catalán como imprescindible para obtener la residencia.

El pacto de gentes que viven de nuestros impuestos conspirando siempre contra la nación se califica como el más grave ataque a la Constitución a la que se ataca todos los días. Con siete votos Puigdemont sigue deshaciendo el país y marcando fronteras para la independencia.

El acuerdo xenófobo divide a Sumar, Podemos dice que Junts quiere las competencias de la inmigración para hacer políticas racistas contrarias a los derechos humanos. Esto viene de lejos. Torra llamó a los españoles hienas, víboras, bestias con forma humana.

Oriol Junqueras dijo la solemne tontería de que los catalanes tienen más proximidad genética con los franceses que con los españoles. Almirall pensaba que en la Península vivían dos razas muy distintas, la pirenaica y la del centro. A la pirenaica le distinguía el espíritu analítico y la otra era aficionada al lujo y arbitraria. Sabino Arana, el padre del nacionalismo vasco que quiere imitar a Puigdemont, decía que el vizcaíno no vale para servir, que ha nacido para ser señor; el español no ha nacido más que ser vasallo y siervo.

Los Mossos se encargarán de la seguridad de puertos y aeropuertos y será la Generalitat de Cataluña la que determine el papel de las policías.

Puigdemont ve el traspaso de la inmigración como una competencia de Estado y tiene razón. El Gobierno, al ver su disparate ha declarado que no será requisito para obtener la residencia el catalán y Junts dice que sí porque el catalán es la lengua de los catalanes pero nadie cree que ninguno diga la verdad. Levanta la copa y celebra la hermandad frente al racismo ¡Viva el vino!