La política y la prostitución son dos de las profesiones más antiguas de mundo y también de la modernidad como lo demuestra The Objective: Jéssica la novia de Ábalos surgió del móvil de Koldo en un cartel de publicidad de un prostíbulo de lujo y el ministro de Transportes se lió con la del anuncio.
El alcalde de Madrid ha preguntado irónicamente al Gobierno si irá al 8 de marzo el día de la mujer con Jéssica, estudiante de odontología de poco más de 20 años. Los alumnos quedaban flipados cuando se subía a las redes bebiendo en un lujoso piso Moët Chandon.
Ayer Jésica declaró como testigo ante el TS oculta con gafas y peluca. Admitió que cobró sin trabajar en empresas públicas. La UCO ha averiguado que Aldama era el que pagaba los 2700 euros de alquiler. Dice el proverbio que si vas con prostitutas la bolsa se achica pero a Ábalos no pagaba nada. El juez le ha interrogado sobre los 16 viajes en los que acompaño al exministro a Arabia Saudí, a Bruselas y a Estrasburgo por los que cobraba 1500 euros.
Después de su paso por el Gobierno, Jéssica ha aprendido la asignatura de corrupción, la han hecho jefa y les cobra a las prostitutas el 35% de la recaudación. Ha declarado que Ábalos le ofreció el piso y aunque las flores se las traía Koldo las pagaba Ábalos.
De qué vale todo el oro del mundo si no hay amor. Al número dos del Partido Socialista nadie le puede quitar el placer que describe el poeta del amor del califato cuando libaba vino de los labios de su amada y cogía rosa tras rosas de sus rojas mejillas. ¡Viva siempre el vino!