MÁS DE UNO

Fernando Ónega: Rivera pone precio a su abstención

Hay dos argumentos de cabecera. El político es la sorpresa Rivera, poniendo precio a su abstención. El económico, el pánico que está provocando la situación en el Golfo Pérsico y sus consecuencias inmediatas en el precio del petróleo.

ondacero.es

Madrid | 17.09.2019 08:48

Por ser el día que es, último de las consultas del rey, comencemos por Rivera. Y comencemos con una pregunta: ¿su propuesta, además de sorprendente, qué ha sido? ¿Un volantazo como di-ce El País, o una pirueta, como dice La Razón? ¿O simplemente un cambio de posición del hombre que había construido un cordón sanitario y ahora ofrece una salida?

¿Hay pacto o no hay pacto con Bildu en Navarra? ¿Sería decente deshacer lo hecho por conseguir una abstención de la derecha? Sobre Cataluña: ¿alguien ve a Sánchez asegurando que no habrá indultos después de todas las veces que él y sus ministros se escabulleron en el Congreso? ¿Es razonable exigir una especie de 155 preventivo? Y sobre los impuestos a las familias y a los autónomos suena bien, pero ¿puede prometer eso el señor Sánchez después de las 370 medidas que, según algunos, supondrán un aumento del gasto de cerca de 30.000 millones de euros? ¿Y cuántos votos nacionalistas perdería el PSOE si acepta esto?

Segundo, la respuesta de Sánchez: todo eso está hecho ya. Ni hay pacto con Bildu, ni lugar a dudas sobre el 155 y él quiere re-bajar la presión fiscal. No hay motivos para que el Partido Populas y Ciudadanos no se abstengan. ¿Esto es un diálogo de sordos, si se le puede llamar diálogo?

Tercero, la posición del PP, que nunca hará nada que conceda prioridad a quien le quiere arrebatar el liderazgo conservador. Pues el señor Casado no quiso ni foto. Así que todo se solventó con buenas palabras, pero el PP no cambia de actitud y votará no.

Y cuarto, las intenciones de Rivera, que hoy mueven mucha tinta. ¿Por qué hace estas propuestas en el último minuto? ¿Es por dar satisfacción a los críticos de su partido? ¿Es por ganar protagonismo y no ser uno más en las consultas? ¿Es su primer acto electoral? ¿Entierra con esto su cordón sanitario? ¿Y hubiera cambiado algo si esto lo pone sobre el tablero hace tres meses?

Con este “riverazo” se inicia el final de la ronda de consultas. Antes de que acabe el día sabremos el desenlace: o encargo de formar gobierno o fin de legislatura. No hay otra alternativa, aunque, como estamos en días de baloncesto, quizá alguien pida tiempo por si surge alguna pro-puesta tipo Rivera. Pero, si nada se mueve y Podemos se mantiene en la abstención y se niega a regalar el sí, no hay nada que empuje al rey a encomendar a Sánchez la formación de gobierno. Todo lo demás sería una sorpresa. ¿Esperan alguna nuestros analistas?