El Consejo Ciudadano señaló las prioridades de pacto y no pueden ser más elocuentes. Primero, la lista propia. Después, las negociaciones, y atención al orden, que es muy ilustrativo: socios preferentes para el diálogo, Izquierda Unida y Equo. En último lugar, Errejón.
Se supone, entonces, que Podemos propondrá sus nombres, después abrirá huecos para dar entrada a los candidatos de Equo e Izquierda Unida y finalmente habrá que remover esa montaña para dejar sitio a los nombres de Más Madrid. Primer problema: ¿quién lleva la iniciativa? ¿Quién tiene la prioridad? Es decir, ¿quién encabezará la lista final? Y segundo problema: ¿cuántos huecos le quedarán a Errejón y con cuántos se puede conformar?
El encaje de bolillos que se anuncia superará cualquier cálculo racional conocido. Pero, insisto, lo peor es el orden.Errejón,el último. No parece el mejor camino para seducir al disidente. Con lo cual, mi diagnóstico es que la cura no funcionó. Y el pronóstico, que la guerra seguirá abierta y, salvo milagro, tendrán que medirse en las urnas. El componedor que componga ese pacto, buen componedor será.