OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Un colono llamado Sánchez"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre la nueva disputa en el Gobierno de coalición a propósito de la ley trans que el PSOE se empeña en emendar, un gol que le habría querido colar Sánchez a Irene Montero.

Carlos Alsina

Madrid | 29.11.2022 08:41

Sostiene Sánchez que una de las cosas por las que él pasará a la historia es haber sacado a Franco de su tumba y otra de las cosas por las que podría pasar a la historia es haber siendo (o estar siendo) el presidente que menos disimula su afán por colonizar todas las demás instituciones del Estado.

Del juzgado al ministerio y tiro porque me toca

Por el autor de hago a mi ministra de Justicia fiscal general del Estado llega ahora: hago a mi ministro de Justicia magistrado del Tribunal Constitucional. Juan Carlos Campo es uno de los dos nombres de refresco que el presidente coloca en el órgano que árbitra la constitucionalidad de las leyes en España. El juez Campo. Que tiene buena prensa, que se lleva bien con el PP, que ya sonó en la renovación parcial de hace un año. Pero que es, claro, ex ministro de Sánchez. Uno de los nuestros, presidente.

Del grupo de jueces y juezas que van alternando la carrera judicial con la carrera política. Esa bolsa de nombres, socialistas, conservadores, de Izquierda Unida, que van pasando del juzgado al Consejo del Poder Judicial, del Consejo a una lista electoral, de regreso al juzgado, del juzgado al ministerio y tiro porque me toca.

El grupo de jueces y juezas que van alternando la carrera judicial con la carrera política y tiro porque me toca

Ahora se entiende por qué Sánchez le dijo a Feijóo la semana pasada que Rajoy puso a un militante del PP en el Tribunal Constitucional. Pareció que era una crítica, pero ahora se entiende que lo dijo con admiración. Con la admiración de quien ya estaba decidido a doblar la apuesta. Para manipular, yo.

Nueva mayoría de izquierdas en el TC

No sólo va de camino un ex ministro, es que la otra plaza la ocupará una directora general de la Presidencia del Gobierno, Laura Díez, de la escudería de Bolaños. Y sin esperar a que el Consejo General del Poder Judicial proponga a los dos magistrados que le corresponden. Se cansó de esperar, dicen en la Moncloa.

Que prepara la celebración del seis de diciembre bajo esta nueva luz. Más que la Constitución, lo que se va a celebrar en Presidencia la semana que viene es la nueva mayoría de izquierdas en el TC, en la que confían para decantar del lado del Gobierno todos las deliberaciones sobre asuntos pasados y futuros.

Otro martes de emociones fuertes en la Moncloa

Último martes de mes. Y con Consejo de Ministros. Otro martes de emociones fuertes en la Moncloa. Eso sí que merecería un streaming, Luis Enrique. Quien pudiera ver el fraternal intercambio de miradas entre Montero y Montero, por ejemplo.

La ministra de Igualdad está a un paso de incluir al PSOE en la lista de retrógrados, tránsfobos, derechistas y enemigos del progreso que elabora cada día el Tribunal Morado del Santo Oficio

La ministra de Igualdad, que está a un paso de incluir al PSOE en la lista de retrógrados, tránsfobos, derechistas y enemigos del progreso que elabora cada día el Tribunal Morado del Santo Oficio, y la ministra de Hacienda, número dos del PSOE por obra y gracia del presidente multitarea Pedro Sánchez y encargada de darle réplica a su homónima, Montero. Este cruce de directas e indirectas tan revelador al que pudimos asistir todos ayer.

Podemos se revindica como el motor del progreso frente a un PSOE carca

Fuera de lugar. Vuelven las matrimoniadas del Gobierno de coalición en su temporada enésima. Con la trama de siempre: el PSOE le objeta a Podemos una ley, o varias, y Podemos se revindica como el motor del progreso frente a un PSOE insensible, inmovilista, viejuno y carca. Y lo que es peor, susceptible de pactar con el Partido Popular unas enmiendas, vade retro Satanás, ¡anatema!

Mire, hoy el Consejo de Ministros tiene previsto aprobar el primer texto de lo que aspira a ser la ley de familia, gentileza del ministerio Belarra, y el primer texto de lo que aspira a ser la ley contra la trata de personas, gentileza del ministerio Montero-Irene en comandita con el ministerio Llop y el ministerio Marlaska. Pero si algo hemos aprendido en estos últimos tiempos en que conviene no fijarse mucho en los textos que aprueba el Consejo de Ministros porque entre lo que aprueba y lo que acaba diciendo la ley cuando entra en vigor hay algo más que un trecho.

El PSOE retrasó la ley trans con un arguento chusco

Eso es lo que está sucediendo con la ley trans: pasó por dos Consejos de Ministros, en junio del año pasado y en junio de éste. Salió con todas las bendiciones de los ministros y del presidente, que no vieron problema alguno en que los menores de dieciséis años (entre catorce y dieciséis) no requirieran de permiso judicial para cambiar su filiación en el registro. Pero, llegado el momento de la tramitación parlamentaria y con Podemos decidido a tener la ley aprobada y en vigor a final de año, el PSOE cayó de pronto en la cuenta de que ese aspecto de la ley, sólo ese, ya no le convencía.

El gol se lo había querido colar Sánchez a Irene Montero. Y que en ello sigue porque persevera en enmendar su propia ley

La están retrasando, dijeron en Podemos, con razón, porque justo eso es lo que estaban haciendo los socialistas. El PSOE tiró de un argumento francamente chusco: es que tenemos que blindarla porque seguro que estos de la derecha la recurren, hay que asegurar que sea plenamente constitucional, que era la forma de decir que el Gobierno aprueba cualquier cosa.

¡Carmen Calvo le ha colado un gol a Sánchez!, dijo en este programa Jaume Asens. Ahora se ve que no, que el gol se lo había querido colar Sánchez a Irene Montero. Y que en ello sigue. Porque el PSOE, en efecto, persevera en su intención de enmendar su propia ley, la que parió el Gobierno, aun a costa de poner en riesgo el proyecto entero.

El goteo de rebajas de penas sigue

El cierre de filas en torno a Irene Montero a raíz de lo de Vox el jueves duró lo que duró. O se ciñó a lo que se ciñó. Defender a la ministra de una alusión machista no supone que vaya a ser defendida ni en la redacción actual de la ley trans ni en los efectos de la ley del solo sí en lo que se refiere a la rebaja de penas. El Gobierno cantó victoria, con la boca pequeña, por la instrucción aquélla que dio la Fiscalía pero el Gobierno sigue encomendado al santísimo juez Marchena, que es a quien están elevando plegarias para que fije criterio contario a la reducción de condenas.

Y entretanto, el goteo de rebajas sigue. En la Audiencia de Cantabria, a dos violadores condenados a dieciocho años se les queda en once. Fueron condenados como autores con agravante de una violación y como colaboradores necesarios de otra: doce años más seis. Ahora se les rebajan las dos penas. Como autores, de doce a siete; como cooperadores, de seis a cuatro. El tribunal lo forman dos juezas y un juez. Machistas, poco formados y empeñados en generar alarma social y manía al Gobierno, según la explicación que viene dando el ministerio de Igualdad desde el primer día.

Declarada la guerra por la ley trans, y sin Podemos y los costaleros indepes, el PSOE necesita del PP para que su enmienda prospere

Declarada, en fin, la guerra por la ley trans, y sin Podemos y los costaleros indepes, el PSOE necesita del PP para que su enmienda prospere. Requerir auxilio a la derecha o dejar que la ley naufrague. Quién pudiera asomarse por un agujero a la reunión del Gobierno de esta mañana para ver las caras de los ministros, de las ministras, de la vicepresidenta Díaz y del presidente.

Paréntesis. A la vicepresidenta Díaz volvió a referirse ayer Podemos. Que está empleando con ella la misma táctica que ya usó con Errejón: llamar a su nueva plataforma, Sumar, partido político (justo lo que ella no quiere que sea). Y achacarle a ella que se esté demorando la alianza electoral, supuesta, para las elecciones que vienen.

Pablo Iglesias, el emérito que pasó de la coleta a la colecta y anda pasando el cepillo entre sus fieles para pagarse el estudio de televisión

Esto dijo ayer sobre Yolanda Díaz, digo Díaz, Pablo Fernández, portavoz de Podemos. No confundir con Pablo Iglesias, que es el jefe de la ídem. El emérito que pasó de la coleta a la colecta y anda pasando el cepillo entre sus fieles para pagarse el estudio de televisión desde el que hará sombra a las grandes cadenas.

Tiemblen la BBC y la CNN. Antena 3 y Tele5 son pecata minuta para este gigante de la comunicación audiovisual. Predicar en la televisión. O sea, telepredicar. Ése es el oficio al que ahora se entrega. El santo oficio.