OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Se ha explicado perfectamente, delegado"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre las palabras del delegado del gobierno en Madrid, Francisco Martín, ensalzando la contribución de Bildu al bienestar de España para censurar a la derecha.

Carlos Alsina

Madrid | 16.06.2023 08:55

La última duda es Barcelona.Quién gobernará desde mañana la segunda ciudad en población de España.

Diecinueve días han pasado de las elecciones municipales y, como marca la ley, mañana sábado, que hace el vigésimo, toman posesión los concejales y eligen a los alcaldes. Y éstos, luego, forman sus gobiernos municipales. En la mayoría de los ocho mil municipios de España se sabe quién va a tener el bastón (o sea, el mando) desde la misma noche electoral. Es alcalde el que ganó porque tiene la mayoría de los concejales.

Con el mapa casi completo, permanece una duda: Barcelona

Hay algunas grandes ciudades donde permanecía la duda hasta ayer, porque no habiendo ganado tenían opciones bien los partidos de derechas bien los de izquierdas de pactar entre ellos y hacerse con la alcaldía. Y en algunas capitales de provincia donde hasta ahora gobernaba la izquierda, era posible que pasara a hacerlo la derecha.

Todo eso es lo que ya quedó despejado entre el miércoles y ayer. Porque en Castilla La-Mancha el PP rechazó la propuesta de Page de hacer alcalde siempre al más votado y porque en toda España fue cerrando el PP sus acuerdos con Vox para amarrar gobiernos municipales. En Valladolid cae Puente y sube Carnero. En Burgos cae De la Rosa y sube Ayala. En Toledo cae Tolón y sube Velázquez. Son las últimas casillas que se fueron rellenando ayer. Y con el mapa casi completo, permanece una duda: Barcelona.

La era Colau se acabó

Tiene razón el candidato socialista, Collboni. O mañana es alcalde él o es alcalde Xavier Trías. La era Colau se acabó. O el sucesor es socialista o el sucesor es independentista. ¿Quién ganó las elecciones? Trías. El PSC confiaba en ganarlas él, pero Junts le sacó quince mil votos y un concejal. Si no hay candidato alternativo que tenga mayoría absoluta, Trías es el alcalde. Y además, ayer se aseguró el apoyo de los de Esquerra Republicana, exhumando así el frente independentista… barcelonés.

Trías tiene 16 votos. Collboni necesita 21. Él tiene 10. Sólo puede ser alcalde si le votan los 9 de En Común y al menos 2 del PP. A veinticuatro horas de que se vote, no tiene amarrados ni los unos ni los otros. Los de Colau le han dejado tirado con la coartada de que hace falta que también le voten dos del PP. En realidad lo que sucede es que para que participe en la operación el PP, Collboni ha de garantizar que Colau es historia y sus concejales se quedan fuera del gobierno. Así se escribe la historia.

Enfrente del independentismo siempre estuvo el resto de partidos haciendo cada uno la guerra por su cuenta

Colau prefiere que sea alcalde Trías a que lo sea quien ha sido su teniente de alcalde, Collboni. Y el PP podrá alegar que es Colau quien ha abandonado a Collboni para justificar que no preste sus votos al socialista aun sabiendo que la alternativa es que Junts gobierne Barcelona. Queda claro que sí hubo, y vuelve a haber, un frente independentista. Pero que nunca hubo, en realidad, ningún otro frente. Enfrente del independentismo siempre estuvo el resto de partidos haciendo cada uno la guerra por su cuenta.

El delegado del gobierno en Madrid decidió pegarse un tiro en el pie

Uno de los puestos de trabajo más inestables de España es el de delegado del gobierno en Madrid. Hay tanta rotación en ese cargo que deberían hacerles contrato por horas. El enésimo delegado del gobierno que Sánchez nombró para Madrid -relevo para Mercedes González, que salió de allí para ser directora de la Guardia Civil y ha dejado el cargo a los dos meses porque prefiere ser diputada-, el enésimo delegado, Francisco Martín, se pegó un tiro ayer en el pie de los que hacen época. En su pie y el de la estrategia electoral del PSOE, que es esconder los pactos que han sostenido estos cuatro años al gobierno de coalición. Lo del tiro en el pie va sin segundas, aunque afecte directamente a Arnaldo Otegi.

Eligió censurar a la derecha ensalzando la contribución de Bildu al bienestar de España

Estaba toda España ocupada en ver cómo Vox conquista gobiernos autonómicos y municipalesde la mano del PP, decididos los populares a entregarle las áreas de Cultura y Seguridad Ciudadana porque son las que más atraen a los de Abacal -una cultura de Vox, una seguridad a lo Vox-, cuando el delegado del gobierno en Madrid creyó necesario arremeter él también contra las derechas, no fuera a parecer que él es el único cargo político que no hace su aportación entusiasta a la campaña socialista. Pero eligió censurar a la derecha ensalzando la contribución de Bildu al bienestar de España.

Sí, Doña Rogelia, sí, la contribución de Bildu al bienestar de España.

Elevar a Bildu a la categoría de salvador de los españoles

Los patrioteros de pulsera, como el propio delegado aclaró después, son las derechas. Y los supuestos enemigos de España son los de Bildu, que para el delegado está claro que enemigos no son y salvadores de vidas sí.

Juntar en la misma frase Bildu y ‘salvar miles de vidas’ es de primero de naufragio electoral. No parece que elevar a Bildu a la categoría de salvador de los españoles, para contraponerlo a las derechas (es decir, nueve millones de españoles) sea la mejor táctica para desmovilizar a los votantes conservadores.

Juntar en la misma frase Bildu y ‘salvar miles de vidas’ es de primero de naufragio electoral

Luego se disculpó el delegado alegando que se había explicado mal. Pero no es verdad. Se explicó perfectamente. Su encomio a Bildu es porque Bildu apoyó al gobierno contra la pandemia y las derechas, no.

Bildu no votó nunca a favor de los estados de alarma

Lo que ocurre es que la primera prórroga del estado de alarma, confinamiento incluido, fue apoyada en el Congreso por el PP, Vox, Ciudadanos, el PNV y Más País. Y no fue apoyada por Bildu, Esquerra, Junts, el BNG y la CUP. Las derechas, que diría el delegado, a favor. Los independentistas, de perfil.

La segunda prórroga, por cierto, también la apoyó el PP. Y no la apoyó Vox. Y tampoco la apoyó Bildu. De hecho, Bildu no votó nunca a favor de los estados de alarma. De haber sido por Bildu, no habría sido posible el confinamiento al que el gobierno atribuye la salvación de miles de vidas.

De haber sido por Bildu, no habría sido posible el confinamiento al que el gobierno atribuye la salvación de miles de vidas

Francisco Martín trabajaba en la Moncloa en aquellos días. Pero ha repetido tantas veces el equipo de la Moncloa el salmo este de que la derecha siempre vota no y sus socios son gente ejemplar que ha acabado por distorsionar su propia memoria (democrática).

Reivindicar los acuerdos parlamentarios con Bildu

Luego el delegado del gobierno se expresó bien, pero lo que invocó no es verdad. Pero hay que reconocerle que haya hecho lo que en la campaña anterior le reclamábamos aquí a los dirigentes socialistas que se rasgaban las vestiduras porque Bildu fuera tema de campaña. Repetían aquello de Bildu es un partido democrático y el terrorismo ya no existe. Y aquí decíamos: si tan normal es haber pactado cuestiones concretas con Bildu y tan satisfecho está el PSOE de haberlo hecho, ¿por qué no lo dice abiertamente en los mítines? ¿Por qué le incomoda que se hable de Bildu?

¿Quién podría sentirse ofendido por escuchar que Bildu ha sido una bendición para España y las derechas una maldición?

El delegado hizo justamente eso: reivindicar abiertamente los acuerdos parlamentarios con Bildu. Su contribución a la salud y la vida de los españoles. A mí me quedó claro lo que dijo por la mañana. Y por eso lo que no entendí fue que su disculpa de la tarde. Porque se disculpó reiterando lo que había dicho, pero añadiendo que sentía mucho si alguien se había podido sentir ofendido.

¿Y quién se iba a sentir ofendido, delegado, quién? ¿Quién podría sentirse ofendido por escuchar que Bildu ha sido una bendición para España y las derechas una maldición? Si es la lectura exacta que el gobierno hace de sus socios y de sus adversarios. Bien por el delegado.