Con la vista puesta en Ceuta, al cumplirse la primera hora de luz de esta jornada, y con la incertidumbre de cómo discurrirá esta jornada. Si Marruecos afloja, y la crisis política remite, o Marruecos insiste en explotar el anhelo de bienestar, y de libertad, de miles de marroquíes usándolos como combustible para atizar ese incendio provocado. Combustible humano. (A esta hora hay tranquilidad en El Tarajal).
El gobierno de Marruecos, encabezado por el primer ministro Saadedine Otmani, ha confirmado, a su manera, que la llegada multitudinaria de personas a Ceuta es una operación diseñada y ejecutada por él. Dirá usted: qué sorpresa. Sorpresa, ninguna. Pero hombre, si la embajadora marroquí declara ---como hizo ayer--- que ‘hay actos que tienen consecuencias y se tienen que asumir’ (traducido, que si España acoge al líder del Frente Polisario la consecuencia que tiene que asumir es que ocho mil personas, casi dos mil adolescentes y niños, sean alentados a echarse al mar para llegar a Ceuta nadando) lo menos que debería recibir este primer ministro es un reproche de las organizaciones internacionales y de las naciones europeas.
Marruecos debería recibir un reproche de las organizaciones internacionales por usar a su población como arma de presión política, sin importarle si esas personas -muchos menores- consigan doblar el espigón o se ahoguen, con tal de crearle a España un problema
Él, su gobierno y su monarca. Por usar a su población como arma de presión política, por importarle nada que esas personas, y esos menores, consigan doblar el espigón o se ahoguen con tal de crearle a España un problema. Con tal de poner a prueba la determinación del Estado español para emplear todos sus recursos en la defensa de su integridad territorial.
"Las autoridades españolas no nombran a Otmani, primer ministro marroquí, para no molestar"
Pero el primer ministro Otmani, cuyo nombre ignora la mayoría de los españoles y al que jamás mencionan por su nombre las autoridades españolas, es el hombre invisible en esta crisis. Él, sus ministros y su monarca. Todos anónimos. Todos aludidos con el estilo gaseoso y ambiguo que se emplea cuando no se quiere molestar.
El gobierno de Pedro Sánchez tiene asumido que con Marruecos hay que llevarse. Ni bien ni mal, hay que llevarse. Eso explica que a la vez que, con sus actos, y con su tono, el presidente envía el mensaje de que no le temblará la mano para defender la españolidad de Ceuta y Melilla, en su discurso no aparece Marruecos como culpable. Hay un desafío, hay una determinación de afrontarlo con todos los medios, se ha desplegado el Ejército en misión de seguridad, no en misión humanitaria, pero a Marruecos no se le menciona.
El gobierno asume que la crisis es política, es de defensa y es territorial. Es decir, no es una crisis migratoria. Y asume que el gobierno marroquí le está tanteando, calibrando su determinación y su firmeza. Por eso Sánchez hace una declaración como ésta ayer. Por eso viaja de inmediato a Ceuta. Su presencia en la ciudad española es el mensaje. Si Mohamed quiere saber hasta dónde está dispuesto a llegar el Estado español en la defensa de su territorio, ahí tiene la respuesta. El gobierno y el Ejército, presentes en Ceuta nada más declararse la crisis. Con esto Abascal no contaba. Ahora lo que está por ver es hasta dónde están dispuestos a llegar Otmani y su monarca. Ya han tanteado y ya ven lo que hay. Ahora, ¿qué viene?
El gobierno que hoy promete utilizar todos los medios para garantizar nuestra integridad territorial es el mismo que se propone indultar a quienes pretendieron acabar con esa integridad en Cataluña proclamando la secesión
A la embajadora en Madrid la han hecho regresar a Rabat para prolongar el choque diplomático. Pero en la frontera está actuando la policía marroquí para impedir que sea cruzada. En el mismo día la ministra González Laya le leyó diplomáticamente la cartilla a la embajadora de Mohamed por el descontrol de la frontera y proclamó lo excelentes que siguen siendo las relaciones entre los dos países.
España abona 30 millones de euros a Marruecos para el control migratorio
En el mismo día en que Marruecos pasaba olímpicamente de controlar su frontera, el consejo de ministros de España le abonaba treinta millones de euros como ayuda para el control migratorio. Ayuda que el Estado marroquí no necesita ---será por dinero--- pero que queda como prueba de lo que ese gobierno entiende que es controlar su frontera: un favor que le hace a España y que tiene precio. El precio lo mismo son treinta millones que no acoger al líder del Polisario que no andar reclamando el referéndum del Sáhara Occidental.
Estados Unidos, con su presidente a la cabeza Joe Biden, no encontró mejor día que ayer para elogiar lo mucho y bien que contribuye Marruecos a la estabilidad del norte de África. Dígaselo usted, Biden, a los ceutíes.
"Qué facil es hacer política migratoria en la oposición"
El presidente y el Ejército, presentes en Ceuta. Y Podemos, ausente de esta crisis. Poco interés se percibe en los portavoces morados por hacer suyo el discurso del presidente: esta exaltación de la devolución inmediata de todo el que entra sin papeles (en caliente, sí, en caliente). Esta defensa de las fronteras, de su vigilancia y de su impermeabilización. La valla inexpugnable. Acuérdese del ejemplo que ponía Trump cuando le criticaban su muro con México: la valla, que es otro muro, que separa España de Marruecos.
En la oposición se hartó el PSOE de denunciar lo inhumano que era el gobierno de Rajoy. Hoy presume de lo rápido que ha devuelto a 4.000 inmigrantes
En la oposición a Rajoy se hartó el PSOE de denunciar lo inhumano que era aquel gobierno que entregaba a los recién llegados a la gendarmería marroquí sin ofrecerles la opción de pedir asilo ni nada. Qué fácil es hacer política migratoria en la oposición, debe de estar pensando ahora Pedro Sánchez. Hoy presume de lo rápido que ha devuelto a cuatro mil inmigrantes de los que nada más se sabe. Y añaden las crónicas que han sido devueltos también cientos de menores... pero porque lo pidieron ellos. Adolescentes que se tomaron entrar a Ceuta como una diversión y a los que se ha conducido de nuevo a Marruecos porque añoraban estar con sus familias. Qué espinosa es la política migratoria cuando estás en el gobierno y no eres ni Espinosa ni Abascal.Del papeles para todos al papeles para ninguno. Todos devueltos.
Podemos está siendo tan discreto con esta crisis que es como si ya no pertenecieran al gobierno
Podemos está siendo tan discreto con esta crisis que es como si hubieran dejado de pertenecer al gobierno: este marrón que se lo coma el PSOE. ¿Quién imagina a Irene Montero, o Belarra, defendiendo la presencia de tanquetas en El Tarajal para garantizar la integridad territorial de España?
Por cierto, el gobierno que hoy promete utilizar todos los medios para garantizar nuestra integridad territorial es el mismo que se propone indultar a quienes hace tres años pretendieron acabar con esa integridad en Cataluñaproclamando la secesión de una parte del territorio. Paradojas que nos sigue brindando la Historia.