LA PRIMERA DE LA MAÑANA

Marta García Aller: "Está siendo muy insensato, que no nos preocupen más los robos de datos"

Marta García Aller reflexiona en 'Más de uno' sobre los consecutivos ciberataques a grandes empresas en los que roban nuestros nombres, DNIs, direcciones y otros datos sensibles.

Marta García Aller

Madrid |

Antes los robos del siglo eran otra cosa. Solíamos imaginar el asalto al del tren del dinero, pasando por la voladura de la gran caja fuerte de un banco o las joyas de valor incalculable en un museo. Eso era antes. Ahora el robo del siglo somos nosotros. Nuestros datos. Los millones de datos robados en los últimos días en una oleada de ciberataques a algunas de las mayores empresas españolas. Un ataque global que ha afectado, al menos, a Iberdrola, Telefónica, Santander, Decathlon y hasta a la DGT. Es decir, que nos afecta a todos.

Estos ciberataques al Ibex afectan a sus clientes y a sus empleados. Nuestros nombres, nuestros DNIs, nuestras direcciones son el botín y ya están a la venta en internet. Millones de datos personales de clientes, con sus millones de números de cuenta y saldos, con sus millones de números de teléfono y tarjetas de crédito. Los nuestros. Ya están al mejor postor en el mercado negro de la web profunda.

Las empresas afectadas se escudan en que el fallo es de sus proveedores. Pero muchos expertos en ciberseguridad dicen que las grandes del Ibex están cediendo sus bases de datos de clientes a terceros sin las suficientes garantías para abaratar costes. Y a veces estos ciberataques masivos ni siquiera necesitan ser tan sofisticados tecnológicamente. Se aprovechan de fallos humanos de los empleados o, a veces, incluso les seducen comprándoles las contraseñas a escondidas a cambio de un suculento sobresueldo ilegal.

Si cada vez que hay uno de estos ciberataques masivos tardamos apenas un día en olvidarnos de ellos, las empresas que se están dejando robar nuestros datos es difícil que terminen de reconocer el daño real de su irresponsabilidad. Ni van a invertir lo suficiente en prevenirlo. Los ladrones se van de rositas, las empresas miran para otro lado y, mientras tanto, cada vez es más fácil estafar a la gente en internet. Estafarnos. Luego no nos extrañemos tanto de que los malos lo sepan todo de nosotros.

¿Moraleja?

Está siendo muy insensato, que no nos preocupen más los robos de datos.