El fútbol ha sido una anestesia o cuando menos un buen analgésico para este país en determinados momentos, y también muchos de nuestros mejores deportistas, que nos han dado la posibilidad de verles y compartir con ellos la época más brillante de la historia de nuestro deporte.
Incluso estamos viendo en esos deportistas, como Gasol y Nadal, gestos impresionantes de compromiso y solidaridad, por tanto no frivolicemos tampoco poniéndonos estupendos y apartando todo nuestro interés del deporte y del fútbol, que está pensando cómo salvar los muebles del incendio, en una temporada que las televisiones le van a reclamar el dinero con el que pagan a sus jugadores, si no juegan. Por tanto han pensado en una reaparición para finales de mayo, como posibilidad más optimista, y para comienzos de junio o finales, como posibilidad más pesimista, y posiblemente más real, pero evidentemente el fútbol debe cerrar la temporada, sea a finales de junio, o de julio, pero ha de hacerlo.
Otra cosa serían contubernios en los despachos que le harían mucho daño a la competición, que provocarían demandas y conflictos, y que le harían perder mucha credibilidad. El mundo está enfermo y nosotros estamos en él, pero sanará, y cuando sane nos gustaría encontrar funcionando las cosas que funcionaban y que nos apasionaban