El debate giró en torno a la figura de Felipe González, la motivación real de la ley, las implicaciones para el independentismo y la comparación con la Transición.
El Constitucional, la amnistía y la reacción de González
La mesa arrancó destacando la escasa mayoría con la que el Constitucional avaló la amnistía y la ruptura del consenso histórico. Se subrayó que la sentencia borra la condena del Supremo a los líderes del procés y pretende también borrar los delitos de Carles Puigdemont, aún no juzgado. Felipe González fue protagonista con sus palabras: "Esta auto amnistía es una vergüenza, pero una vergüenza para cualquier demócrata", y añadió que no apoyará a quienes hayan participado en lo que considera una "barrabasada contra las reglas de juego y contra el Estado de Derecho". Para González, la amnistía es "un acto de corrupción política en el peor sentido de la palabra".
Motivación política, pactos y contradicciones
Los tertulianos coincidieron en que la amnistía responde a la exigencia de los partidos independentistas y que, sin ella, Pedro Sánchez habría perdido el Gobierno por falta de apoyos parlamentarios. Se recordó cómo el propio presidente y sus ministros defendían antes de las elecciones que la amnistía era inconstitucional, para después justificarla como instrumento de pacificación. Los analistas calificaron este cambio como una cuestión de "necesidad", no de convicción, y apuntaron que el chantaje no lo ejerce Puigdemont, sino el propio Gobierno, que ofrece la amnistía a cambio de los votos necesarios para la investidura.
Comparación histórica y ausencia de consenso
Se contrastó la actual ley con la amnistía de 1977, resaltando que entonces fue fruto de un gran consenso y sirvió para inaugurar una nueva etapa democrática. Por el contrario, la actual amnistía se ha aprobado "contra la mitad de la cámara", sin favorecer el reencuentro, sino como resultado de una "transacción política vil" para asegurar la investidura, enajenando a la mitad del Parlamento y la sociedad.
El independentismo y el futuro
La tertulia abordó el papel de los líderes independentistas y la reacción de sectores como Junts, que ven la amnistía como una enmienda a la totalidad a la represión del Estado español. Se concluyó que la ley no resuelve el conflicto político, deja abiertas muchas incógnitas sobre la convivencia y la legalidad en Cataluña, y evidencia que el independentismo sigue siendo una realidad política relevante.