ENFERMO DE ELA Y ELECTRODEPENDIENTE

Carlos Matallanas, enfermo de ELA, denuncia carencias en su suministro eléctrico

Es periodista y padece esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Dado el avanzado estado de su enfermedad, necesita respiración artificial las 24 horas del día. Ha denunciado públicamente, en un hilo de Twitter, carencias del servicio eléctrico que sufre en su domicilio en el Puerto de Santa María (Cádiz). Maribel Matallanas, su madre, habla por él en Julia en la Onda, ya que enfermedad impide hablar a su hijo, que sí puede escribir mediante un teclado que controla con su mirada.

ondacero.es

Madrid | 28.05.2019 17:14 (Publicado 28.05.2019 16:20)

Carlos Matallanas denuncia que cada dos o tres meses se corta la luz en su casa, por averías o por obras en la red. Asegura que la compañía, Endesa, no le avisa con antelación de las posibles interrupciones. Además, desconoce cuánto tiempo va a durar el apagón. El último corte de luz fue en plena noche y duró más de tres horas. Endesa se disculpa, entiende que y asegura que hay cortes que no pueden prever.

Maribel Matallanas habla por su hijo porque él no puede, aunque sí que puede escribir con un teclado que controla con su mirada. Martallanas, sobre su empresa eléctrica, asegura que el "servicio de atención al cliente es bastante deficiente: te atienden con frases hechas". "Te dicen que te lleves a tu enfermo al hospital si no puedes respirar, ¿qué parte no entienden de que es tetrapléjico y necesita estar conectado siempre?".

Una solución sería instalar grupos electrógenos para cubrir los puntos donde se encuentran las personas que necesitan suministro eléctrico ininterrumpido. La realidad, sin embargo, es que viven en una contradicción: Endesa les dice que necesitan un grupo electrógeno para garantizar el suministro ininterrumpido y también la consideración de la figura 'suministro no cortable por tratamiento médico' que debe renovarse cada año. "Como si la ELA fuera reversible…", espeta Matallanas. El Real Decreto que regula esta figura obliga a que la renovación de esta condición sea anual. Además, denuncian que todos los gastos que supone la enfermedad ya son bastantes como para además sumarle el gasto que supondría un grupo electrógeno.

"Es increíble que ni siquiera te llamen para decir que siguen trabajando en solucionar nuestro problema. Durante el último corte me preguntaron que si había comprobado los fusibles, y que si quería, me enviaban a un técnico que me costaría 80 euros", nos explica. "En la Bahía de Cádiz hay 12 personas aproximadamente con nuestro mismo problema. Simplemente pedimos que si hay un corte en casa de un electrodependiente sepan situarlo para solucionar su problema", zanja.