Cristina está muy contenta con sus jefes: Llevo 15 años en la casa. A lo mejor mis jefes me están oyendo. Estoy súper contenta con ellos, me pago yo la cuota de la seguridad social, pero eso no importa. Me tratan genial. Trabajo 5 horas y no me dan problemas. Tengo a mi hija y no tengo problemas para hacer todo como tengo que hacerlo.
María no se mostraba tan contenta como la anterior fósfora ya que "desde 19 años he trabajado en distintas casas. La última, 16 años en una casa, gente bien. Creo que me comporte bastante bien. Pedí los seguros sociales y no me los dieron. Me puse a estudiar y me salió un trabajo en el ayuntamiento. Cuando me fui, la gran despedida fue un maletín de 50 euros para meter los documentos".
Isabel también estaba contenta con su situación, pese a los cambios que dio su vida: Pasé de tener una persona dos días a la semana a ponerme yo a trabajar en la limpieza, hasta ahora, 30 años. En vez de jefas, yo he tenido amigas, en muchos sitios tengo hasta la llave, y seguiré mientras sigan las fuerzas. He sacado a mi familia adelante, me tratan con muchos respeto y cariño... me ha ido bien.
Gabriela, después de tanto tiempo, sólo tiene buenas palabras para la que considera su segunda familia: Llevo 20 años colocada en una casa, y estoy como en mi casa, tengo hasta la llave, también trabajo en casa de una de las hijas. He estado hasta en la boda. He tenido mucha suerte, me han tratado genial siempre y les quiero mucho.