El uso abusivo de la visión de cerca y la falta de luz solar a causa del confinamiento durante la Covid-19 son dos de los factores que han contribuido al empeoramiento de la salud visual de los más pequeños en el último año.
Esto ha provocado el avance de otra gran pandemia, la de la miopía, tipo de error de refracción del ojo que tiene como síntomas habituales la visión lejana borrosa, la fatiga ocular y las cefaleas.
La Dra. Lucía Fernández-Vega, responsable de la unidad de Oftalmología Pediátrica del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega (IOFV), incide en la importancia de realizar revisiones oftalmológicas periódicas y en la prevención de la miopía, alternando las actividades académicas con otras que se practiquen al aire libre, que ayuden a mirar lejos, “Además de la exposición a las pantallas, otro factor que ha incidido es la falta de luz solar. Es muy beneficiosa para nuestros ojos, puesto que genera dopamina, la cual previene que la miopía aumente”.
Por ello, este año más que nunca es clave que los niños acudan a revisiones oftalmológicas, pero ¿cómo saber si la visión de nuestros hijos ha sido afectada por el confinamiento?. Según me comenta la Dra. Fernández-Vega, algunas de las señales son sentarse demasiado cerca de las pantallas; quejarse de dolor de cabeza; frotarse los ojos a menudo; notar que le cuesta leer o estudiar en clase; y mostrar un menor interés por actividades que exijan una buena visión de lejos.
Finalmente, la experta recomienda realizar revisiones oculares pediátricas al inicio del curso académico para identificar a tiempo posibles patologías oftalmológicas, que pueden afectar al rendimiento escolar si no se tratan. Es lo que hay, seguro.
