La hipoacusia o disminución de la capacidad de audición, afecta a un 5% de la población mundial. Se trata de una patología cuya presencia aumenta al mismo tiempo que se asciende en el tramo de edad, según HM Hospitales.
El Dr. Alejandro Harguindey Antolí-Candela, especialista en Otorrinolaringología de HM Hospitales, diferencia entre las pérdidas derivadas de un traumatismo o una enfermedad de aquellas que aparecen por problemas congénitos, hereditario o referentes a la edad.
Se pueden diferenciar tres tipos de hipoacusias: transmisivas, neurosensoriales y mixtas. Las transmisivas, según asevera el Dr. Harguindey, “son aquellas que se producen porque algo impide la transmisión del sonido”. Las hipoacusias neurosensoriales se deben a una lesión del oído interno como el trauma acústico o por fármacos ototóxicos. Las terceras son las mixtas, en las que se combinan las transimisivas con las neurosensoriales.
A menudo son los familiares los primeros que perciben que algo le está sucediendo al paciente cuando este no responde a las preguntas que se le formulan o sube sistemáticamente el volumen del televisor.
El manejo de esta patología va en función del motivo de la pérdida auditiva. De esta manera, las hipoacusias transmisivas suelen tratarse quirúrgicamente, pudiendo incluso realizarse reconstrucciones tímpano-osiculares. Si el resultado no fuese el esperado, podría recurrirse a las prótesis, que, según comenta el Dr. Harguindey, han mejorado en calidad y diseño los últimos años.