Glaucoma: Recomendaciones para prevenir y controlar la enfermedad
Para entender esta enfermedad, el doctor Julio Maset, médico de Cinfa, detalla que “la retina de los ojos es la lámina que recibe la luz y genera la imagen. Esta es transmitida por millones de células nerviosas, que transforman la luz en un impulso eléctrico y envían el estímulo visual al cerebro a través del nervio óptico. Por otro lado, tal y como recoge Cinfa, en el interior del ojo existe líquido que sirve para mantener una determinada presión ocular.
Hoy, 12 de marzo, se celebra el Día Mundial del Glaucoma, cuyo objetivo es concienciar a la población sobre la necesidad de prevenir esta enfermedad, principal causa evitable de ceguera en España, junto a la diabetes. Según la Sociedad Española de Glaucoma (SEG), este problema ocular afecta a más de un 3% de la población, principalmente a los mayores de 60 años.
Para entender esta enfermedad, el doctor Julio Maset, médico de Cinfa, detalla que “la retina de los ojos es la lámina que recibe la luz y genera la imagen. Esta es transmitida por millones de células nerviosas, que transforman la luz en un impulso eléctrico y envían el estímulo visual al cerebro a través del nervio óptico. Por otro lado, tal y como recoge Cinfa, en el interior del ojo existe líquido que sirve para mantener una determinada presión ocular. Cuando esta presión aumenta (hipertensión ocular) y si esta situación se mantiene en el tiempo, las células nerviosas mueren y la visión se va deteriorando, lo que deriva en el conocido como glaucoma. Como esto ocurre de una manera progresiva, sin dolor, la persona no suele percatarse hasta que la pérdida de visión está muy avanzada”.
Por tanto, la principal causa del glaucoma se relaciona con un aumento de la presión intraocular y se considera que la edad es el factor de riesgo más importante, si bien también presentan mayor probabilidad de padecerlo quienes tienen antecedentes familiares, los pacientes diabéticos y las personas con miopía grave o la córnea menos gruesa de lo habitual.
A continuación se recogen las claves para prevenir y controlar el glaucoma:
- Revisa tu vista con regularidad: Es primordial una detección precoz de la hipertensión ocular y del glaucoma de cara a evitar o frenar la pérdida de visión. Para ello, acude regularmente a revisiones oftalmológicas; al menos una vez cada cinco años a partir de los 40 años y cada dos años, a partir de los 65.
- Sigue una dieta rica en antioxidantes y vitaminas: Toma frutas y verduras diariamente y consulta con tu médico o farmacéutico la posibilidad de tomar complementos alimenticios de arándanos y/o vitaminas, minerales y antioxidantes (C, E, luteína, zinc, magnesio…).
- Bebe agua de manera abundante: Especialmente si tienes glaucoma con presión intraocular normal.
- Practica ejercicio físico moderado y regular: Siempre de forma acorde a tu edad y estado general de salud, realiza actividad física diariamente, para ayudarte a evitar la presión ocular alta
- No fumes: Está confirmado que el riesgo de padecer hipertensión intraocular y glaucoma aumenta en función del número de cigarrillos consumidos, por lo que es imprescindible abandonar este hábito.
- Controla el estrés: Puede anular o reducir el efecto de los medicamentos y llevar a un aumento de la presión intraocular.
- Cuida tu postura al dormir: Si tienes hipertensión intraocular, es recomendable que eleves algunos centímetros la cabecera de la cama y que evites dormir boca abajo.
- Modera el consumo de café: Si padeces alta presión ocular o glaucoma, no consumas más de tres a cuatro tazas de café al día.
- Adecua tu entorno a tus necesidades: Si tienes glaucoma, puedes necesitar adaptar tu vida diaria a la pérdida de visión. Por ejemplo, ajusta la iluminación a tus necesidades visuales y evita los accidentes utilizando contrastes de colores para ver mejor los objetos.
- Sigue fielmente la medicación indicada por el especialista: Es muy importante que cumplas el tratamiento correctamente, aunque no tengas ningún dolor, con el fin de evitar que la hipertensión ocular se mantenga, así como el riesgo de que aparezca glaucoma o este siga avanzando.