EN BUENAS MANOS

Cáncer y trombosis

Los trombos suelen dar síntomas, y a menudo se pueden detener antes de que se conviertan en una amenaza para la vida de una persona. Pero debe conocer y estar atento a los signos y síntomas. Hay que hablar con el médico o con la enfermera inmediatamente si se experimenta algún síntoma como hinchazón en el pie, el tobillo, la pierna o en el brazo, especialmente si aparece en un solo brazo o pierna

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Madrid |

El cáncer es una enfermedad con muchos aspectos a tener en cuenta. Aspectos relacionados con el tratamiento, la enfermedad misma o sus implicaciones en la vida diaria. Uno de los aspectos importantes es la posibilidad de desarrollar una trombosis. Esto se conoce como trombosis asociada al cáncer (CAT).

Generalmente la CAT no es silenciosa. Los trombos suelen dar síntomas, y a menudo se pueden detener antes de que se conviertan en una amenaza para la vida de una persona. Pero debe conocer y estar atento a los signos y síntomas. Hay que hablar con el médico o con la enfermera inmediatamente si se experimenta algún síntoma como hinchazón en el pie, el tobillo, la pierna o en el brazo, especialmente si aparece en un solo brazo o pierna. Otros síntomas son el dolor, calambres o sensibilidad, a menudo en la pantorrilla, enrojecimiento o palidez en la pierna o el brazo, o la sensación de calor o pesadez en la pierna.

El tratamiento de la CAT es eficaz y relativamente sencillo. La trombosis venosa profunda y embolia pulmonar se tratan con anticogulantes (decimos que “diluyen la sangre” aunque en realidad dificultan el proceso de coagulación).

Los anticoagulantes impiden que se formen nuevos trombos y evitan que crezcan los existentes. El tratamiento debe continuar durante al menos seis meses para así prevenir la recurrencia.

Y no olvidemos que la quimioterapia, la radioterapia y la cirugía son importantes para combatir el cáncer, pero también puede ocasionar trombosis.