La voz es un instrumento básico de comunicación. En cada persona presenta cualidades expresivas únicas que dependen de la intensidad, tono y timbre.
Tal y como recoge Vithas, existen una serie de factores que influyen para tener buena voz: por una parte, los externos, que pueden ser ambientales, como el ruido, la humedad y el contexto. Por otra parte, los personales, como la propia personalidad, los hábitos, el estado de ánimo y el control de estrés.
El doctor Julio Ampuero, director del Instituto de Comunicación, Habla y Lenguaje de Vithas Internacional de Madrid, expresa que “la voz debe tener calidad, flexibilidad, resistencia, claridad y dominio de frecuencias. Algunas de estas características son innatas, pero otras se pueden y deben entrenar”.
En el caso de los locutores de radio, la adaptación, el control y el entrenamiento vocal se hacen imprescindibles para evitar que se produzcan patologías. “El abuso vocal, la mala praxis y la falta de concienciación de la importancia del cuidado de la voz hacen que se desarrollen, de forma habitual, una serie de patologías enmarcadas dentro de las disfonías funcionales”, apunta el experto. Las más frecuentes son los nódulos y los pólipos.
Como señala el especialista de Vithas Internacional, “los nódulos impiden la correcta vibración y movimiento de las cuerdas vocales y se producen por un sobreesfuerzo o una mala técnica vocal. Se pueden tratar mediante rehabilitación y prevenir con entrenamiento especializado”.
En el caso de los pólipos, la mayoría de pacientes requieren cirugía, pero además será necesaria una rehabilitación logopédica anterior y posterior a la intervención para una recuperación eficaz y prevenir futuros riesgos.