Muerte del papa Francisco

Benedicto XIII, el 'antipapa' español que dio origen a la frase 'mantenerse en sus trece'

Fue ordenado cardenal por el papa Gregorio XI y sucedió a Clemente VII en el trono papal de Aviñón. En 1415 el concilio de Constanza declararía nulo su mandato.

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Carlos Martín

Madrid |

Estatua de Benedicto XIII en Peñíscola
El último papa español de la historia: Benedicto XIII y su polémico legado | WikiCommons

Benedicto XIII (Illueca, 25 de noviembre de 1328-Peñíscola, 23 de mayo de 1423) fue uno de los llamados 'antipapa', puesto que su mandato no está reconocido por Roma debido a su pertenencia al Cisma de Occidente. Nació en Illueca (Zaragoza) bajo el nombre de Pedro Martínez Luna, en el seno de una familia noble de Aragón, la familia Luna, lo que dio pie a su sobrenombre como el papa Luna.

Pese a que comenzó la carrera militar, pronto lo dejó para estudiar Derecho en la Universidad de Montpellier, donde posteriormente ejercería como profesor de Derecho Canónico. Fue nombrado como cardenal por el papa Gregorio XI, cuya muerte dio pie a la separación de la Iglesia en dos sedes, la de Roma y la de Aviñón. Durante aquellos convulsos años en los que las distintas coronas europeas del momento apoyaban a cada sede, Martínez Luna fue elegido para sustituir al papa Clemente VII.

El hecho de ser español, estar apoyado por las coronas de Aragón, Castilla, Sicilia y Escocia y no ser tan manejable como sus antecesores hicieron que Francia, Portugal y Navarra le retiraran el apoyo. De hecho, su negativa a renunciar al cargo le valió un bloqueo militar en su residencia. Logró escapar y pidió refugio a Luis II de Nápoles en 1403.

Reunificación eclesiástica e intento de asesinato

Tres años más tarde, iniciaría conversaciones con el papa Gregorio XII para realizar una renuncia conjunta del cargo y permitir la reunificación de la Iglesia católica en una única sede. Sin embargo, su insistencia en la defensa de que él era el único sucesor válido, debido a que era el único que había sido ordenado cardenal previamente, hicieron que los intentos fracasaran.

Sería el concilio de Constanza en 1415 quien reunificaría el catolicismo y declararía su papado como hereje. Pese a eso y recluido en su castillo de Peñíscola, se negó a dejar el cargo. Esta decisión hizo que la Iglesia, ya en Roma, le viese como un peligro y trató de envenenarlo en varias ocasiones. Sin embargo, viviría hasta el 23 de mayo de 1423, cuando a los 94 años falleció. Su rigidez, tozudez y terquedad fueron el origen de la expresión "mantenerse en sus trece".