Cuidar lo que comemos, junto con dormir bien y hacer ejercicio diario, son objetivos que tenemos que tener muy presentes si queremos cuidar nuestra salud. Y aunque a veces puede ser difícil cumplir con ellos, tener conocimiento de qué nos es beneficioso puede ayudarnos a implementarlos poco a poco en nuestro día a día.
En el caso de nuestra alimentación, algo que podemos hacer para tener una mejor digestión es comer frutas ricas en fibra en ayunas, es decir, con el estómago vacío. ¿Por qué? Porque tu cuerpo está más receptivo a absorber nutrientes, y además le ayudarás a activar el sistema digestivo suavemente.
Al estar vacío, el estómago reacciona mejor a alimentos naturales y ricos en agua y fibra como la fruta. Además, la fibra estimula el movimiento intestinal, lo que ayuda a prevenir o aliviar el estreñimiento.
¿Qué frutas son buenas en ayunas?
- Papaya: muy suave, ideal para el estómago.
- Manzana: rica en pectina, una fibra que regula el intestino.
- Pera: hidratante, dulce y muy digestiva.
- Kiwi: excelente para el tránsito lento.
- Ciruela: famosa por su efecto laxante natural.
Comerlas con piel, cuando sea posible, aumenta mucho el aporte de fibra. Además, si tomas agua tibia o un vaso de agua antes o junto con la fruta, ayudas a que la fibra haga mejor su trabajo.
¿Por qué es beneficiosa la fibra para el organismo?
La fibra es uno de esos héroes silenciosos de la alimentación: no se digiere ni se absorbe como otros nutrientes, pero hace muchísimo por tu salud. Repasamos todos los beneficios que nos da:
- Mejora la digestión y previene el estreñimiento, ya que ayuda a que los intestinos se muevan con regularidad. Además, evita que las heces se queden estancadas, facilitando una buena limpieza intestinal.
- Controla el peso, puesto que da sensación de saciedad y disminuye los “picos de hambre” durante el día.
- Reduce el colesterol, ya que la fibra soluble atrapa el colesterol en el intestino y evita que pase al torrente sanguíneo. Además, ayuda a mantener sanas tus arterias y corazón.
- Regula el azúcar en sangre, debido a que retrasa la absorción de la glucosa, evitando subidas bruscas de azúcar después de comer. Esto es muy útil para personas con diabetes o resistencia a la insulina.
- Fortalece el sistema inmunológico, ya que mejorar la flora intestinal. La fibra es alimento para las bacterias buenas (probióticos), lo que mejora tu defensa natural.
- Desintoxica el organismo, porque facilita la eliminación de desechos, ayuda a que toxinas y residuos no se acumulen. Menos toxinas es igual a una piel mejor, menos fatiga, menos inflamación.