España dobla la media europea de jóvenes de entre 25 y 34 años que han alcanzado, como máximo, titulación en educación secundaria obligatoria. Mientras en nuestro país la cifra es de un 28 %, la media europea es del 15 %, según un estudio de Funcas publicado hoy con motivo del Día de la Educación, que subraya llamativas diferencias entre hombres y mujeres.
El informe subraya que la ausencia entre muchos jóvenes de formación post-obligatoria, específicamente orientada a la inserción en el mercado de trabajo, es un problema todavía muy presente en la sociedad española.
En 2020 España se situaba por encima de la media comunitaria en la proporción de jóvenes con estudios terciarios (universitarios), aunque también el mayor porcentaje de personas entre 25 y 34 años con estudios básicos en la Unión Europea, añade la investigación, basada en la Encuesta de Población Activa (EPA).
El 55% de mujeres jóvenes tiene estudios superiores, frente al 42% de hombres
A pesar de que entre los mayores de 59 años la proporción de hombres con estudios superiores es mayor que la de mujeres, a medida que baja la edad, aumenta la diferencia en el porcentaje de universitarios a favor de ellas.
En el grupo de entre 25 y 34 años esta diferencia alcanza su máximo: más de la mitad de ellas (55%) han completado estudios superiores, mientras que ellos presentan una proporción de titulados superiores mucho menor (42%).
En 2021 el 36 % de la población española de entre 25 y 64 años tenía como máximo educación secundaria básica o menos, el 10% educación secundaria superior generalista, el 24 % educación secundaria orientada profesionalmente y el 29 % educación superior.
A medida que aumenta la edad, disminuye la cifra de personas con estudios universitarios
Hace 40 años, solo el 6% de la población de esa franja de edad tenía educación superior, el 4% contaba con títulos de secundaria superior y el 1% con educación profesional, mientras que la abrumadora mayoría, el 89%, había alcanzado, como máximo, educación secundaria básica.
Desde la perspectiva del nivel educativo, la población de 16 o más años residente hoy día en España se distribuye en torno a dos polos. Por una parte, se concentra en los dos extremos de la distribución educativa: frente a aquellos con pocas credenciales educativas (45%) cobran creciente peso quienes cuentan con títulos de educación superior (33%). Solo un 22% de la población se sitúa en posiciones intermedias.
Por otra parte, esta estructura bipolar también se plasma en perfiles educativos muy diferentes en función de la edad. Mientras que abundan los universitarios entre quienes se encuentran en la primera fase de su trayectoria laboral (casi la mitad de los que tienen entre 25 y 34 años), en el colectivo de población mayor de 55 años se observa una proporción amplia de personas con un nivel educativo muy bajo.