"Acuerdo de mínimos contra el fascismo" y en defensa de los derechos sociales, pero sin dar carta blanca a Pedro Sánchez, así se ha presentado la alianza entre ERC y Bildu, que concurrirán por separado el 28A, pero que formarán un grupo único tras las elecciones.
Consideran que la amenaza de un pacto Casado-Rivera-Abascal sólo oculta algo peor: la alianza del Ibex entre Pedro Sánchez y Ciudadanos, un futuro Gobierno "igual de peligroso".
El cabeza de lista de ERC para el Congreso, Gabriel Rufián, ha dicho que no serán "los responsables de que Casado, Rivera y Abascal lleguen a Moncloa", pero que tampoco darán un "cheque en blanco" a Pedro Sánchez.
"Sánchez tiene unas ganas locas de pactar con Ciudadanos. El único obstáculo a esto es que, según que formaciones políticas, seamos fuertes en el Congreso. Cuanto más fuertes seamos, menos lo podrá hacer", ha dicho.
El acuerdo Bildu-ERC defiende el derecho de autodeterminación, la liberación de los presos, el retroceso de la centralización y los derechos sociales y laborales.