El recibo de la luz para un consumidor tipo acogido a la tarifa regulada (o Precio Voluntario del Pequeño Consumidor) rondará en mayo los 53 euros, lo que supondrá un descenso del 4 % respecto a abril pero una subida superior al 8 % en relación al mismo mes de 2016.
La factura para un cliente con una potencia contratada de 4,4 kilovatios (kW) y un consumo anual de 3.000 kWh (250 kWh al mes) se acerca a los 53 euros a punto de concluir el mes, según los resultados del simulador de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Si se confirma este dato, el importe del recibo se habrá reducido más de un 21 % desde enero, mes en el que alcanzó los 67,49 euros para un consumidor tipo.
Los precios de la electricidad en el mercado mayorista, que determinan en torno a un tercio de la tarifa regulada, se han desinflado desde los máximos de enero, cuando llegaron a superar los 91 euros el megavatio hora. En esas fechas, los precios mayoristas se dispararon por la ola de frío, la escasez de viento y lluvia, y la subida del gas natural, que se convirtió en el combustible clave ante la falta de generación eólica e hidroeléctrica, más baratas.
En los últimos días, los precios de la electricidad en el mercado mayorista se han movido entre los 52 y los 53 euros el megavatio hora. Del mismo modo, el recibo de la luz para un consumidor tipo ha ido bajando desde los 67,49 euros de enero a los 57,20 euros de febrero, hasta llegar a 55,76 euros en marzo y a 55,33 euros en abril. La demanda también se ha moderado con la mejora de las temperaturas, una tendencia que se invertirá en verano cuando se pongan en marcha los aparatos de aire acondicionado.