La editorial Planeta publica ‘Regreso al mar’

El regreso del mangaka

Suele pasar que cada cierto tiempo se dan una serie de circunstancias, que hacen que el epicentro creativo oscile de uno a otro lado del planeta. Una de las sacudidas más salvajes, que todavía tenemos reciente y que ha creado infinidad de nuevos iconos culturales, fue la peculiar e innovadora visión asiática a la hora de contar historias. Hagan memoria, no hubo ni una sola película de terror, ni un solo movimiento de cámara, ni un giro argumental ni siquiera una puñetera pirueta marcial, que no tuviese su réplica e incluso su copia descarada. Y no siempre con buenos resultados, dicho sea de paso. Ahí estaban talentos como Tarantino, Scorsese, Nolan y compañía, quitándose el sombreo y algo más ante autores como Takeshi Kitano, Kim Ki-duk, Takashi Miike, Wong Kar-wai o Park Chan-wook. Pero no sólo el cine convencional contribuyó al cambio de rumbo, los videojuegos, el manga y el anime fueron pilares básicos para una revolución, que desembocaría no en un soplo, sino en todo un tornado de aire fresco. Uno de los grandes artífices de este boom fue el realizador y mangaka Satoshi Kon, autor del manga que hoy os traemos.

ondacero.es

Madrid | 14.06.2013 12:35

Regreso al mar. Portada
Portada del tomo recopilatorio Regreso al mar. | Héroes y Villanos

Satoshi comenzó a la sombra del gran Katshuiro Otomo (Akira, Steamboy, Metropolis y un largo y genial etc.) pero pronto se convertiría en su discípulo más aventajado. Su imaginación, la originalidad y lo extravagante de sus planteamientos llevaron a Otomo a confiarle el guión de uno de los tres cortos de Memories (1996), concretamente La rosa magnética. Un año más tarde saltó a la fama por su primera película, la compleja Perfect blue (una auténtica ida de olla al más puro estilo David Lynch con toques de Hichtcock y que el propio Aronofsky confesó haberle inspirado para hacer Cisne negro). A ésta le siguieron Millenium actress (2001), Tokyo Godfathers (2003), la serie televisiva Paranoia agent (2004) y Paprika (otra que fue inspiradora de Inception u Origen como se tradujo aquí de Christopher Nolan). Vamos, que gran parte de lo poquito original que se ha podido ver en las carteleras mainstream se lo debemos a él. Y eso es mucha tela. Lamentablemente, un cáncer pancreático se lo llevó en agosto de 2010. Descanse en paz señor Kon, porque yo, desde que vi sus películas, no puedo.

Pero antes de la complejidad psicológica y de ese laberinto vertiginoso en el que confluían realidades y sueños al que nos malacostumbró, Satoshi Kon realizó pequeñas obritas de arte. Historias, como este Regreso al mar, que a pesar de ruborizarle por su estilo, técnica e incluso título, como él mismo confiesa en el epílogo del tomo, ya mostraban el potencial que le convertirían en uno de los mejores (sino el mejor) director de anime de todos los tiempos.

Regreso al mar nos habla del choque cultural que supone el paso a la modernidad en una sociedad tradicional. La pérdida de la identidad y los valores frente a las necesidades tecnológicas y la dictadura del ladrillo (¿les suena de algo?) Si añadimos el halo de misterio y los toques paranoicos con los que Kon habitualmente suele dotar sus historias y personajes, el entretenimiento y la reflexión están garantizados. Con la publicación de Historias cortas y Regreso al mar, la editorial Planeta brinda la oportunidad de disfrutar de la magia de este peculiar mangaka.

Edición original: Kaikisen

Publica: PLANETA De AGOSTINI

Guión y Dibujo: Satoshi Kon

Formato: Cartoné, 220 págs. B/N

Precio: 14,95 €