dia mundial del sueño

Federico Castillo asegura que dormir bien es una inversión a corto plazo y a futuro

Más de 4 millones de españoles padecen algún tipo de trastorno del sueño y sólo un 10% tienen diagnóstico

Cecilia Romero

Logroño |

Federico Castillo, de la SEN y neurólogo en el Hospital Universitario San Pedro nos habla de la importancia del sueño para la salud. El Día Mundial del Sueño se celebra cada tercer viernes de marzo y en este 2024 se ha elegido el lema "Equidad del Sueño para la Salud Mundial".

El 48% de la población adulta y el 25% de la población infantil no tiene sueño de calidad.

Castillo destaca los beneficios de dormir bien, los usos de la cama y los inconvenientes de cambiar hábitos o usar otros espacios para conciliar el sueño. Los riojanos pasamos una hora antes de dormir jugando con las pantallas en la cama y, llevarse el sofá al dormitorio no es correcto, asegura el neurtólogo. También declara que hay que dormir de noche, una inversión a corto plazo y a futuro, y que las siestas deben se cortas

Existen cerca de 100 trastornos del sueño clasificados y, además, son muchas las personas que conviven con enfermedades que, por su sintomatología, interfieren en el buen descanso El insomnio, definido como la dificultad para conciliar o mantener el sueño a pesar de tener unas buenas condiciones para hacerlo, es el trastorno del sueño más prevalente en España. Afecta a aproximadamente al 20% de la población y conlleva consecuencias que van más allá de las molestias nocturnas, ya que impacta en la salud física y emocional de quienes lo sufren. Otro trastorno del sueño común en España es la apnea obstructiva del sueño, que afecta al 5-7% de la población y se caracteriza provocar pausas en la respiración durante el sueño, interfiriendo en el descanso y aumentando a largo plazo el riesgo padecer de enfermedades vasculares (como ictus), diabetes y otros problemas de salud graves. Por otra parte, entre el 5-10% de los españoles padecen el síndrome de piernas inquietas (SPI), una afección que se manifiesta por sensaciones desagradables en las extremidades que aparece al atardecer o durante la noche y en reposo y provoca un impulso irresistible de moverlas durante el descanso, lo que dificulta la capacidad de conciliar el sueño y mantenerlo de manera adecuada.